En el primer semestre de gobierno del presidente Javier Milei, fue un mazazo para la economía de los argentinos. La devaluación del 120% ni bien asumido el gobierno de La Libertad Avanza, generó una inflación acumulada del 80% en sus primeros 180 días, se destruyeron más de 90 mil empleos privados, y los salarios quedaron desplomados. La pobreza se incrementó en un 10%, mientras que los jubilados son los que más pagan el ajuste que generó el superávit festejado por el gobierno.

La trillada promesa de que “el ajuste lo va a pagar la casta”, quedó a años luz de hacerse realidad en el gobierno de Milei. A pocos días de asumir la presidencia, y a través de su ministro de economía Luis Caputo, llevó adelante una devaluación de la moneda en un 118% con la excusa de que el tipo de cambio estaba atrasado. Así, los argentinos enseguida vieron golpeados sus bolsillos y empezaron a achicar sus gastos porque, además, el presidente a partir del uso dado a su un mega decreto de necesidad y urgencia, dio rienda suelta a distintos aumentos, como por ejemplo los servicios como agua, luz, y gas, como así también de las prepagas.   

El estudio realizado por el Centro de Economía Política (CEPA), destaca que en el sector privado se destruyeron más de 94 mil empleos registrados, a los que se suman los miles de despidos en diferentes áreas del Estado. Así, según el balance realizado por la Universidad Católica Argentina, la pobreza creció 10 puntos y la indigencia 7. Es decir, en la Argentina un 17% de la población se encuentra en extrema pobreza, y más del 50% no logran acceder con sus ingresos a la canasta básica total.

En distintas áreas económicas los números son muy preocupantes. Las ventas minoristas Pymes retrocedieron un 7% anual en mayo con respecto al mismo mes del año pasado, según un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), y acumula un desplome del 16% de la actividad en lo que va del año. Otro duro ejemplo es la industria del cine, que en lo que va del año sufrió la caída de más un 38%, lo que demuestra en parte el ajuste al que sometió a la sociedad Javier Milei.

Mientras tanto el superávit financiero celebrado por el presidente esconde demasiados lados oscuros. Por un lado, los números demuestran que el 35% lo financiaron a partir de la licuación de las jubilaciones y pensiones. El recorte total de la obra pública alcanzó un 22%, y los salarios de los trabajadores un casi 11%. Así, Milei se jacta de lograr un superávit, a costa del sufrimiento de la población.

Por otro lado, los errores del gobierno llevaron a que, en seis meses, debido a la competitividad internacional y por el tipo de cambio elevado, se perdieran mercados tradicionales a los que venimos exportando desde hace muchos años, y eso explica porque desde el campo no liquidan la cosecha y los números se encuentras por debajo de los del 2023, con Sergio Massa y la histórica sequía, con este desbalance en la paridad cambiaria, el campo prefiere guardar el grano a la espera de un mejor valor de cambio.

En este primer semestre de la era Milei, la casta continúa siendo beneficiada con sueldos millonarios. Además, el presidente que tanto aborrecía de las personas que sacaban rédito del Estado, lo primero que hizo fue quitar un decreto para nombrar a su hermana Karina, antigua vendedora de tortas, como su Secretaria presidencial para que pase a cobrar un sueldo majestuoso y lo acompañe en todos sus viajes.

Queda claro que los números demuestran una estafa en el electorado, el cual empieza a manifestarse en contra de Milei, como refleja la encuesta realizada por la consultora Zuban Córdoba, la cual dio a conocer que la imagen negativa es superior a un 55%.