Adalay: cuando la poesía y la prosa atraviesan las experiencias
En un pequeño e intenso libro, Esther Soto nos trae un recorrido por historias fantásticas que se cuelan con la experiencia personal generando lugar para lo onírico y la "irrupción de un fantasma que viene a reforestar la soledad".
"Adalay no le daba nada, sólo le gustaba recibir.
Adalay era la confidente de sus relatos sobre el dolor de la partida y de la esperanza de nuevos cómplices que le hicieran posible continuar la vida".
Ilustración de Jorge Cuello
Así de intenso, encontramos al libro de Esther Soto cuando se recorren sus páginas. Hay lugar para el amor, el desencanto, la tristeza, los amigos y las alegrías compartidas o en soledad.
Soto escribe con pluma firme sobre las experiencias y ensoñaciones en donde "Las ideas bailaban en desorden en busca de coherencia"; una coherencia lograda en la intensidad de sus palabras y sentimientos. Hay lugar para la naturaleza convertida en un jardín propio, la reflexión mezclada con una pizca de introspección y el extrañamiento de lo cotidiano que abraza una prosa poética.
Conversamos brevemente con Esther Soto, quien nos cuenta sobre este libro editado por Ciclo 3 ediciones e ilustrado por Jorge Cuello.
¿Cómo fue el proceso de escritura de Adalay? ¿Cuál fue el texto iniciático?
Esther Soto (ES)- En realidad fue una consecuencia que surgió luego de ordenar y compaginar el libro de Donvi ”Un linyera establecido” , donde explica las ideas fuerza de su vida. Al leer los textos y ediciones que realicé para compaginar ese libro, mi editor, Salvador Gargiulo, me sugirió que escribiera pequeñas historias, y así, sin darme cuenta, fue surgiendo "Adalay".
¿Por qué elegiste llamarlo Adalay?
ES- Era el nombre que inventé para mi tercer hijo, que no pudo ser, y siempre quedó en mi memoria porque tiene música propia.
- Cuando uno recorre los textos se traslucen ciertas experiencias; momentos que podrían escaparle a la ficción ¿es así?
ES- Es la primera vez que escribo un libro y que lo edito, sin haberlo pensado. Lo que puedo decir, es que es un libro escrito y sentido con el alma, que a veces ingresa en los relatos emitiendo sensaciones imaginadas para manifestar que está presente.
- Los textos están divididos en espacios como el presente, las ensoñaciones y la eternidad, generando un clima poético que recorre todos tus textos ¿sentís que la poesía atraviesa tu mirada sobre el mundo, a la hora de escribir?
ES- Todo me fue invadiendo, inclusive la poesía, que ante comentarios de amigos, me resistía a admitir su presencia. Este libro cumplió en mi vida la función de ser un milagro que me dio la energía para seguir viviendo. Se me transformó en una actividad diaria, después de la medianoche; cuando no lo hago, me falta parte de mi esencia. No soy muy consciente si es la poesía la que orienta mi mirada, más vale siento y dejo fluir lo que mi espíritu necesita decir para sentirme viva.
- Tus textos están ilustrados por Jorge Cuello ¿Lo conocías con anterioridad? ¿Fue una propuesta de la editorial? ¿Trabajaron en conjunto?
ES- A Cuello lo conozco desde hace más de 20 años. Es el padre disfuncional de los hijos más chicos de mi hija Liliana Vitale. Mis libros los edité en mi propia editorial “Ediciones ciclo 3” (una extensión del sello musical con el que se editan los materiales de Lito, Liliana y lo que fue MIA) . Le enviamos los archivos con mi editor, indicándole nuestro deseo de que fueran realizados en pluma, y tuvimos la suerte que supo interpretar los textos.
- ¿Con qué te inspirás a la hora de escribir? ¿Qué leés?
ES- Me imagino figuras y acciones que mi interior necesita y dejo fluir las palabras libremente para que me hagan revivir la capacidad de inventar realidades, cuando las existentes no ayudan a encontrar la luz.
No soy buena lectora, excepto en lo referente a los vaivenes políticos de mi país, que siempre es tan conservador y resistente a los cambios que necesitamos para poder crecer. Creo que en algún momento de nuestro devenir histórico, algo aprenderemos.
- Estuviste en la fundación del grupo M.I.A ¿cómo fue ese momento?
ES- Sí, junto a Donvi, nuestros hijos y un grupo de músicos y técnicos. Fue uno de los períodos más luminosos de nuestra vida, porque pudimos inventar un espacio de creatividad en una realidad dura que formalmente lo impedía.
- ¿La música influye en tu manera de encarar la escritura? ¿Sentís que puede haber una simbiosis entre lo que uno escucha y escribe?
ES- La música siempre estuvo presente en mi vida. Cuando estudiaba en la Universidad lo hacía sobre el fondo de Bach o de Beethoven, como un acompañamiento del espíritu. No podría aseverar una simbiosis, me moviliza más la música instrumental y el canto de mis hijos.
- ¿En qué nuevos proyectos estás trabajando?
ES- Hasta hace unos quince días seguí escribiendo mis relatos (pensando en un segundo libro), pero ahora estoy abocada a colaborar con la edición IV de la revista literaria SIWA ,que es una creación de mi editor- Salvador Gargiulo- sobre literatura geográfica. En este número que ya estamos finalizando, gira sobre los islarios del mundo.Está saliendo muy bella, por su contenido, por su formato, por la asociación con mapas y grabados antiguos; en un alarde de creatividad entre los colaboradores y el talento de su creador.
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Ediciones Ciclo 3
Esther Soto: Licenciada en Ciencias Antropológicas y especializada en Arqueología, participó del rescate arqueológico de El Chocón-Cerros Colorados, antes de la creación del lago que hoy forma parte de la cuenca del Río Limay. Fue, además, docente de la cátedra de prehistoria de la UBA hasta 1985. Desde 1976 realizó las producciones ligadas a las actividades artísticas de Lito Vitale y Liliana Vitale, como integrantes del grupo MIA. "Adalay, las almas sin edad" es su primer libro de prosa poética.