Mariana Kruk: "Me hago cargo de querer explorar el amor"
Cerrando un círculo de intensidades, Kruk nos invita a recorrer tiempos, sensaciones, momentos, estados de ánimo en el mes poético de abril. Antes de la presentación del sábado 26 de julio dialogamos con la autora.
Abril, abril y abril; incluso "abrileando", así se nos ofrece este libro editado por Cacto Editorial, que nos trae la historia de un mes poético donde las temporalidades que importan son las sensaciones que carcomen y permiten avanzar.
Kruk nos lleva al plano del amor, pero no se trata de un amor cursi o de manual sino que como indica Rubén Derlis, en el prólogo, hay "una urgencia" que le escapa "a la contemplación" de los sentimientos.
Hay amor y acción que se nos rebela como contundente, en esa expresión que busca la poeta con la economía de sus palabras que le da un vuelo verosímil, humano y cercano a los versos de un abril que se repite todo el año.
a vos,
Abril y Buenos Aires
te quedan pintados
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En una propuesta con música, fotos y lo digital "abrileando" nos trae el universo personal de una historia compartida. Las particularidades de la prosa no escapan al sentimiento que alguna vez atravesamos todos: el amor.
Hablamos con la autora acerca de sus sentimientos y el proceso de su escritura poética.
- ¿Por qué "abrileando"?
Mariana Kruk (MK)- El libro es super recontra fijo con la idea de abril, hay una redundancia a propósito, con una historia cuyas partes más importantes sucedieron en abril y que se fueron contando en los dos primeros libros "hasta la última uva" y "migas" y que cierra con "abrileando". Surge a partir de una historia de amor que tiene mucho peso en el mes de abril. Si se leen los tres libros completos hay una historia que cierra en "abrileando" y además es una cuestión muy irónica donde todos los poetas tienen algo con el mes de abril. ¿Por qué abril?; ¿por qué el otoño? parece un cliché pero es real. Es un mes muy decisivo, un mes bisagra...
- ¿Un mes poético?
MK- Sí, totalmente poético. El otoño en sí y abril es el mes con más peso poético. "abrileando" representa esto de armar una palabra con un gerundio inventado, ¿qué estás haciendo? "abrileo" a veces uno está en otoño cuando es pleno verano. Es un verbo inventado.
- ¿Es un estado de ánimo?
MK- Completamente. Estoy "abrileando" en verano...
- Si bien es una trilogía que se cierra con este libro, ¿Qué sentís que hay de diferente en esta publicación con respecto a las dos anteriores?
MK- Realmente cierra algo, es un libro que está muy trabajado. Reposó mucho, está escrito entre el 2006 y el 2008, tiene sus cuantos años. No solo cierra una historia sino que también se sale de una angustia. En los otros libros hay una historia de amor y desamor y que estaba muy caliente en el momento de publicarlas; este, en cambio es un libro que lo dejé estar.
- Percibo algo autobiográfico en todo esto ¿no?
MK- ¡Todo! (risas) Sí, tomé cosas de la vida, amigos, pero uno ficcionaliza...
- También hay una pasión tuya por el cine ¿En qué momento te volcaste hacia la poesía?
MK- Yo solía escribir poesía de chica, cuando empecé a estudiar cine tenía la idea de ser guionista. En cine veía que todos querían ser directores. Y la verdad es que nunca pude escribir un puto guión que me saliera bien. Por que mi lenguaje, mi género es la poesía. Si bien en "abrileando" hay un cuento escrito en colaboración con otra persona, y me gusta la prosa poética; mi genero es la poesía. Y eso lo entendí estudiando cine, que no era mi pasión como para dedicarle la vida.
- ¿Tenés algun ritual de escritura?
MK- Todos los días trato de practicar alguna forma de escritura, ya sea un mail, o agarrar archivos viejos. Yo escribo en papel y después lo paso a la compu. Corrijo mucho sobre la compu. Tengo diarios íntimos, anoto cosas de todos los días. Y para mí ya pasó a ser un oficio. La inspiración puede ser aleatoria, trato de que esto sea un trabajo.
- Recién decías que primero escribis en papel... ¿por qué esa necesidad de arrancar por ahí?
MK- Una cuestión de comodidad, de impulso. Tener la lapicera en la mano, el papel, la presión que uno hace. Hay mucho de ritual en eso. Y después cuando lo paso en la computadora hago las correcciones. Siempre ando con una libretita. Mucho escribir en el colectivo.
- La cuestión del papel le da una visión más romántica de la escritura...
MK- Sí, totalmente además mis poemas son de amor. Yo me hago cargo de querer explorar el amor, es lo que quiero explorar...
- ¿Por qué el amor es el sentimiento que querés explorar?
MK- Suena re cursi, pero el amor mueve el mundo. Y me llaman mucho mucho la atención las relaciones. Creo que las relaciones son finitas, el amor no. El amor está muy presente en todo lo que escribo. El amor que perdura, más allá de que se haya terminado una relación, es algo que quiero llevar a mi vida.
- Hablando del "llevar a " ¿Cómo te llevás con la oralidad de la poesía? ¿ Te gusta leer en ciclos? ¿Lo disfrutás?
MK- Hace unos años, me acuerdo que un amigo cantautor me propuso, cuando yo todavía no había publicado, leer un poema mío con una canción de él en un recital. De hacer una especie de cuadro, y me acuerdo que me trababa, me taraba, me ponía nerviosa. Y esa experiencia la sufrí feo. Después cuando saqué el primer libro, entendí que no era solo publicar sino que había que poner el cuerpo y salir a pasear el cuerpo. De hecho donde más vendes libros es en las lecturas. Y es así como conocí a un montón de personas que son amigos. Hoy me encanta. Cuando me invitan a una lectura pienso en que poema tengo ganas de leer y lo preparo. Y coordiné el año pasado un ciclo de lectura en MU Punto de Encuentro "Arrancándonos la piel" y lo disfruté mucho. Nadie va a leer como el propio autor.
- En tu rol como editora ¿cómo te sentís?
MK- Estoy junto con Leonardo Solari en Cacto editorial. En una única oportunidad no me edité que fue con Textos Intrusos , que estuvo buenísimo pero no participé ni del formato, la tapa, el papel. Editar es un todo, el papel, la solapa, la diagramación.
- ¿Pero qué te genera más placer tu rol como editora o escritora?
MK- Como editora me encanta. Hacer que vengan libros al mundo de otra persona, yo siempre digo que somos parteros de libros, y acompañar a una persona en ese proceso Recibir una prueba de galera, las correcciones, la gente se vuelve insoportable y eso está bien (risas). Pero me gusta ser escritora, aunque me cuesta no ser tan parte del libro en sí. Hacer un libro completo es puro amor.
- Contame un poco de este "kit" que forma "abrileando"...
MK- Si yo le digo combo. La tarjeta magnética que acompaña al libro surge por la necesidad de transportar. El objeto libro es irremplazable, no va a morir jamás, la posibilidad de escribirlo, marcarlo. Pero la tarjeta del libro me permitió abrir a otros artistas, es un proyecto "abrileando" y se uma Daniel Sartori que musicalizó un poema, More y Fede Gal que es el que hizo la foto de tapa, y que también sacó una serie de fotos de Buenos Aires a partir de leer los poemas y la idea es que circulen por el mundo a través de las tarjetas que acompañan al libro.
- Dijiste que marcás los libros en las lecturas ¿no?
MK- Sí, y hago acotaciones. Por eso yo me excuso en eso para no prestar los libros (risas). Muchas veces anoto cosas muy personales. Terminan siendo cuadernos de anotaciones. Se pierde un poco la inocencia de la lectura.
- ¿Tenés en la cabeza otro proyecto?
- Sí tengo cualquier cantidad de material. Ya tengo en la cabeza lo que sigue.
- ¿Cuándo das por terminado un libro?
MK- Las correcciones no se terminan se abandonan (risas). Es algo muy intuitivo. Yo los poemas siempre los arranco por el final y en la concepción de un libro siempre pienso esto va, esto no. En este caso "abrileando" se repite abril todo el tiempo, es monotemático.
- ¿Qué sensación te dejó "abrileando"?
MK- Mucho, todavía esta circulando. Tenía mucho vértigo que sea un libro tan redundante sobre el mes de abril. Creo que el cuento del final (escrito en conjunto con Nicolás Poulsen) cierra una etapa de escritura y de la vida. Lo próximo ya tiene otro color, yo ya soy otra persona.
- Los libros siempre van detrás de nosotros... un pasado y presente juntos.
MK- Me gusta que exista esa distancia. Es más sano. "abrileando" es un libro que me gusta, que maduró después de muchos años. Son 26 poemas que sobrevivieron, a mi poda.
- ¿Te llevás bien con "podar" tus escritos?
MK- Bien, soy de las que elimino de todo. A veces tengo que volver a revisar lo que tiro. Yo apunto a al brevedad, a la contundencia. Un poema tiene que ser contundente.
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"abrileando" es un proyecto que une música, amigos, poesía, fotografías y la necesidad de narrar contundencias que se transforman al avanzar las páginas, en la lectura, en momentos humanos, cercanos, tan de Buenos Aires, tan lluviosos, tan de abril.
Poesía que no se escurre entre palabras vacías sino que gana en intensidades.
Abrileando- Mariana Kruk
Cacto editorial- 2014, 58pp.