La actividad física se erige como uno de los fundamentos esenciales para mantener un estilo de vida saludable, con conocidos beneficios tanto a nivel físico como mental. La Universidad de Harvard ha destacado recientemente cómo el ejercicio regular favorece de manera significativa al cerebro, especialmente en lo que respecta a la memoria y las habilidades cognitivas. 

Según la institución, la práctica de ejercicio desencadena la producción de sustancias químicas que estimulan el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en el cerebro, así como la supervivencia de las células cerebrales.

Cuál es la actividad física recomendada por Harvard que ayuda a la memoria

¿Qué ejercicio físico sirve para la memoria?
¿Qué ejercicio físico sirve para la memoria?

Aunque no se ha determinado qué algunos ejercicios son más efectivos para mejorar la memoria, el neurólogo de Harvard sugiere que "otras formas de prácticas aeróbicas que elevan el ritmo cardíaco probablemente generen beneficios similares". Por ende, la Universidad de Harvard ofrece las siguientes recomendaciones para optimizar las funciones cognitivas a través del ejercicio regular:

  • Realizar actividad física a una intensidad moderada, como caminar a paso rápido durante 150 minutos a la semana.
  • Iniciar con unos pocos minutos al día e ir aumentando gradualmente de 5 a 10 minutos cada semana.
  • Practicar la paciencia, ya que diversos estudios indican que se requieren aproximadamente seis meses para comenzar a experimentar los beneficios cognitivos del ejercicio.

Qué otras actividades destaca Harvard para mejorar la memoria

Un análisis conjunto reciente evaluó diversos aspectos del ejercicio, como frecuencia, intensidad, duración, tipo y volumen, para examinar sus efectos en la función cognitiva en niños, adultos y personas mayores. 

Los resultados indicaron que la actividad física tuvo un impacto positivo en la cognición en general, abarcando todos los niveles subcognitivos, con especial énfasis en los beneficios del ejercicio aeróbico y de resistencia. 

Entre todos los grupos de edad, las personas mayores exhibieron los mayores beneficios del ejercicio en la cognición global, la función ejecutiva y la memoria.