La senadora del PRO, Carmen Álvarez Rivero, no tuvo ningún problema en reconocer que ella consideraba que lo correcto era suspender y no expulsar al exsenador Edgardo Kueider pero sus argumentos dan vergüenza.

Kueider fue agarrado con las manos en la masa intentando ingresar dinero de contrabando a un país vecino pero para la senadora el haberlo expulsado le da la posibilidad al kirchnerismo de recuperar una banca.

Si bien su sincericidio echa por tierra el intento libertario de endilgarle al peronismo a Kueider por el simple hecho de haber llegado en la boleta de Unión por la Patria a pesar de haber votado todo con los libertarios, Álvarez Rivero dejó en claro que no le importa la honorabilidad de la causa ni compartir el recinto con un delincuente, sino que lo único que le interesa es que el pueblo no esté representado con el número de senadores que fueron votados por cada partido.

En realidad sus declaraciones no deberían sorprender a nadie ya que el mismísimo presidente del partido, el ex presidente Mauricio Macri ya había defendido al senador que fue capturado in fraganti cometiendo un delito.