El fundador del diario Página 12 claramente marcó un antes y un después en el periodismo argentino y aún los que no lo querían mucho le reconocían ese logro.

Sus primeros años, ese hombre inspiró a cientos de personas a dedicarse a la profesión y después, como aporta Fero Soriano, “se lo comió el personaje”.

Pablo Duggan prefirió quedarse con la parte rescatable de Lanata y no ahondar en esa segunda etapa en la que empezó a trabajar para el multimedio al que denostaba.