Repitiendo el latiguillo de ‘’el país que supimos ser'', sin analizar la composición sociológica de esa Argentina de 1880, que solo existe en los libros de historia y no en la memoria de la gente, José Luis Espert volvió a disparar contra el oficialismo con una imagen de dudosa efectividad.

Para no pegarle a su propio electorado, supuso que Argentina -todo el país- es como Messi, ahora que el capitán del seleccionado argentino no tiene más discusión, pero jugando de pilar en Los Pumas -deporte poco popular si los hay- y dirigido por el payaso Plim Plim -por si a Alberto le cabe el sayo-.

Pero el remate no tiene desperdicio, porque para Espert lo que hace falta es un buen director, y ese no es otro que Horacio Rodríguez Larreta, quien hasta hace quince minutos lo marcaba como un fiel representante de la ‘casta’.