Un Gobierno en crisis
¿Qué crisis de funcionamiento e iniciativa atraviesa un Gobierno que celebra junto con los integrantes de la Suprema Corte de Justicia en primera fila, la promulgación de una norma, nada más y nada menos que el nuevo Código Civil, que no se tocaba desde hacía más de ciento cincuenta años?
¿Qué crisis de fin de ciclo atraviesa esta manera de hacer política, si además, propone enviar otro Proyecto de Ley al Congreso para que se modifique el Código Procesal Penal?
¿Está en crisis un Gobierno que a cinco años de sancionada la debatida como ninguna otra nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, todavía brega por torcer el brazo de un grupo monopólico que incumple una norma aprobada por el poder legislativo y refrendada por el pleno del Poder Judicial?
¿Qué crisis de apoyo sufre este nuevo 'ismo' de la política nacional que en un mes, cuatro agrupaciones con mayoría de jóvenes que respaldan su proyecto político, movilizan 40, 30 y 20 mil personas, sin contar otras tantas manifestaciones de menor envergadura pero igual de importantes, como el Movimiento Evita en la cancha de Ferro, La Cámpora en Argentinos Juniors, y Nuevo Encuentro en Atlanta?
¿Qué situación de falta de liderazgo lo asola si su referente, la presidenta de la Nación, alcanza una imagen positiva alta, según estadísticas no muy difundidas?
¿Carece de poder un líder que aún tiene en vilo a su movimiento y a la política toda, por cómo actuará ante la elección de quién será su candidato para continuar el Proyecto?
¿Qué Gobierno ha dejado de enfrentar poderes, si uno de esos poderes -obsoletos de fácticos ya- lo acusan de intentar violar la propiedad privada por pretender regular la relación de las empresas con los consumidores?
¿Puede estar acabado un Gobierno que pelea ya no contra otros partidos políticos, la disputa del poder y la batalla cultural, sino contra las propias corporaciones que tienen como brazo comunicacional a uno de los monopolios más grandes del continente?
¿Qué tipo de aislamiento mundial ha logrado el Estado argentino, si su moción en la ONU para investigar el origen de los fondos buitre y si cometen delito económico, fue aprobada por una amplia mayoría y antes de fin de año comenzará a ser ejecutada por el organismo mundial donde se reúnen los Estados en representación de sus países?
Ese país, Argentina, es gobernado por un movimiento que hace que el Estado funcione políticamente.
Un Gobierno que no cesa en el intento de solucionar sus graves problemas con el frente externo con medidas políticas.
Un Gobierno que celebra un nuevo Código Civil junto a las autoridades de la Corte Suprema de Justicia.
Un Gobierno que acaba de cambiar el presidente del Banco Central para detener los vaivenes del tipo de cambio, aún sin saber si pese a un par de fuertes medidas a ejecutar, podrá evitar otra devaluación.
Un Gobierno que lidia con la recesión en sectores productivos como el automotriz, en los que depende de la economía brasileña; en los que implementó medidas para reactivarlo y que fueron boicoteadas para las mismas automotrices.
Un Gobierno que envía un proyecto para reformar el Código Procesal Penal.
Un Gobierno al que escucharon los países de la ONU, los que luego votaron a favor, los que votaron en contra y hasta los que se abstuvieron.
Un Gobierno que por momentos parece estar a la suerte de los fallos de un juez neoyorquino senil, que decide a la carta de sus patrones financieros.
Un Gobierno que aún no tiene nombre para su continuidad, pero tiene liderazgo presente y respaldo futuro.
Los temas principales de los portales de noticias y los periódicos son estos: los actos del Gobierno.
Y un gobierno que está haciendo política, está en crisis constante.