El vicecanciller ruso, Grigori Karasin, y el embajador ucraniano en Moscú, Vladimir Yelchenko, protagonizaron el sábado un encuentro con el objetivo de "tratar cuestiones de las relaciones bilaterales ruso-ucranianas en un ambiente de confianza".
Sin embargo las autoridades de Moscú no reconocen la legitimidad del nuevo gobierno de Ucrania que se impuso por un golpe de Estado que derrocó al presidente Viktor Yanukovich. El canciller ruso, Serguei Lavrov, subrayó que "el así llamado gobierno interino (ucraniano) no actúa por su propia voluntad y depende, lamentablemente, de radicales nacionalistas que tomaron el poder a través de una insurrección armada".
Por otro lado, Lavrov expresó que están "dispuestos a conversar con Occidente a condición de que sea un diálogo justo, como socios, sin que haya intentos de presentarnos como si fuéramos incluso parte en el conflicto".
Desde EEUU habían anunciado la restricción de visados y otras sanciones contra personas y entidades responsables de la intervención militar rusa en Crimen, y se suspendieron las negociaciones bilaterales con Rusia sobre comercio e inversión.
Desde el ministerio de Defensa ruso como respuesta a las declaraciones se amenazó con suspender en su territorio las inspecciones internacionales de armamento nuclear enmarcadas en el tratado sobre la reducción de armas nucleares START III firmado entre Rusia y Estados Unidos.

El vicecanciller ruso, Grigori Karasin, y el embajador ucraniano en Moscú, Vladimir Yelchenko, protagonizaron el sábado un encuentro con el objetivo de "tratar cuestiones de las relaciones bilaterales ruso-ucranianas en un ambiente de confianza".

Sin embargo las autoridades de Moscú no reconocen la legitimidad del nuevo gobierno de Ucrania que se impuso por un golpe de Estado que derrocó al presidente Viktor Yanukovich.

El canciller ruso, Serguei Lavrov, subrayó que "el así llamado gobierno interino (ucraniano) no actúa por su propia voluntad y depende, lamentablemente, de radicales nacionalistas que tomaron el poder a través de una insurrección armada".

Por otro lado, Lavrov expresó que están "dispuestos a conversar con Occidente a condición de que sea un diálogo justo, como socios, sin que haya intentos de presentarnos como si fuéramos incluso parte en el conflicto".

Desde EEUU habían anunciado la restricción de visados y otras sanciones contra personas y entidades responsables de la intervención militar rusa en Crimen, y se suspendieron las negociaciones bilaterales con Rusia sobre comercio e inversión.

Desde el ministerio de Defensa ruso como respuesta a las declaraciones se amenazó con suspender en su territorio las inspecciones internacionales de armamento nuclear enmarcadas en el tratado sobre la reducción de armas nucleares START III firmado entre Rusia y Estados Unidos.