Se inicia un nuevo acercamiento entre Rusia y Ucrania
Rusia cuestionó las sanciones de la Unión Europea (UE) en represalia por la reincorporación de Crimea a su territorio, y manifestó la necesidad de retomar el diálogo. Mientras Ucrania expresó su voluntad de lograr un acercamiento con Moscú.
Rusia expresó su desacuerdo con las sanciones implementadas por la Unión Europea (UE) luego de concretarse la reincorporación de Crimea a su territorio. Desde la cancillería rusa, Alexandr Lukashevich, manifestó: "Es una pena que el Consejo Europeo haya tomado una decisión alejada de la realidad".
Al mismo tiempo Lukashevich consideró que "es hora de volver al terreno pragmático de la cooperación que responde a los intereses de nuestros países". No obstante reconoció "la parte rusa se reserva el derecho de dar una respuesta adecuada a la medida tomada" desde Bruselas.
Las sanciones a rusos y ucranianos por la reincorporación de Crimea a Rusia, fueron promulgadas el viernes por el jefe del Kremlin, Vladimir Putin, y pidieron que se preparen medidas económicas contra Moscú si continúa su avance territorial más allá de la península.
El canciller ucraniano, Andrei Deschitsa, expresó que "la neutralidad de Finlandia es el modelo a seguir para Ucrania si quiere mantener buenas relaciones con Rusia".
En una entrevista publicada hoy por el diario Die Presse en Viena, sostuvo que "el modelo finlandés es una opción para Ucrania: vecino de Rusia, miembro de la Unión Europea pero no miembro de la OTAN. Es importante para Ucrania tener buenas relaciones vecinales con Rusia", señaló el ministro.
El canciller Deschitsa informó además que Kiev está trabajando una propuesta para constituir la península "como zona desmilitarizada bajo la supervisión de Naciones Unidas".
El proyecto será analizado por el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU, y es por eso que el gobierno ucraniano esperará su aceptación para retirar las fuerzas militares de Crimen.
Deschitsa reconoció que el gobierno ucraniano cometió varios errores, sobre todo con la implementación de la nueva ley de lenguas, que iba a limitar el uso del ruso.
Acerca del futuro del conflicto el canciller sostuvo que "todo depende de la fortaleza de la posición de Ucrania y del resto del mundo". "Es que esto no es solo un asunto interno de Ucrania o bilateral con Rusia. Está en juego la seguridad de Europa y tal vez de todo el mundo", afirmó.