"Con Wanda nos reíamos, sabíamos que no me iba a saludar. Pero yo dije que le iba a dar la mano porque había muchos chicos viendo, había que dar el ejemplo. Incluso sus hijos, que viven conmigo, también lo estaban viendo. Su hijo más grande me preguntó cuando volví a casa: '¿Por qué no te saludó mi papá?'. Cuando sea grande, le voy a explicar. Yo lo saludé porque soy buena gente", contó Icardi.

"En Sampdoria, él llegó como el delantero estrella. Pero justo se lesionó en la rodilla y estuvo tres o cuatro meses parado. Ahí empecé a tener más continuidad. Por eso, gracias a él tuve mi explosión, esto también se lo tengo que agradecer", dijo entre risas.