El pedido del senador Mayans no sólo era lógico sino que era humano. Tomarse una pausa de media hora para que todos los legisladores tomaran conocimiento de la brutal represión con heridos y detenidos, incluyendo Diputados.

Pero Villarruel se quiso hacer la picante y le replicó que entendía que desde el recinto no pudiera ver lo que sucedía afuera y que ella si lo había visto desde el despacho.

En ese momento José Mayans le mostró la tablet que tenía en la mano y desde la que podía ver todos los canales de televisión cubriendo la represión: “Se llama televisión”.

Ante la vergüenza, Victoria Villarruel prefirió cambiar de tema.