Ernesto Tenembaum se cansó de los funcionarios que son despedidos por pensar distinto y expresar sus opiniones y que, cuando finalmente los eyectan del Gobierno, se van agradeciendo y casi pidiendo disculpas.

El periodista se refirió al “nivel de felpudo” de esos funcionarios como Julio Garro, quién prácticamente agradeció haber sido despedido, y el ex secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella.

El Gordo Dan es un médico devenido en tuitero violento del Gobierno que aprieta a los funcionarios que tienen el tupé de dar una opinión o dudar sobre el rumbo de las medidas de Javier Milei. Y lo más triste es que este hombre que utiliza un pseudónimo para expresarse de la manera más cobarde en las redes sociales, condiciona al Presidente, quien prácticamente sigue sus indicaciones.