A pesar de ser presa fácil en cualquier debate por su jabonosa historia política que la dejan indefensa ante cualquier ataque, Leila Gianni confía en su vehemencia.

Ultrakirchnerista por veinte años -con cargos varios y pingüino tatuado como muestra de lealtad- ahora dice 'haberla visto' y defiende a Javier Milei con el fervor de los conversos.

Ernesto Tenembaum se divirtió como el gato con el mísero ratón y hasta se dio el gusto de reírsele en la cara cuando le describía su zigzagueante camino en la política argentina.