Revelan vínculos entre funcionarios del Pro y la empresa Iron Mountain
El pasado del subsecretario de Inversiones de la Ciudad y el ministro de Desarrollo Económico en Máxima AFJP, de HSBC -enrolado en una causa mundial de fuga de dinero-, y sus vínculos con el director de Iron Mountain. La creación del Distrito Tecnológico con beneficios y exenciones para la empresa que se incendió intencionalmente.
El dato es contundente: Carlos Pirovano, subsecretario de Inversiones de la Ciudad, ocupó diversos cargos en el banco HSBC entre 1994 y 2007, fue el ideólogo del plan que otorgó exenciones impositivas a Iron Mountain, que no le correspondían.
El incendio del depósito del barrio porteño de Barracas, que según las pericias de la Policía Federal fue intencional, provocó la muerte de diez bomberos, no fue clausurado tras la denuncia de un inspector de la Ciudad.
De acuerdo con una investigación publicada por Tiempo Argentino, Pirovano, al igual que su jefe, el ministro de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera, fueron ejecutivos de Máxima AFJP, la administradora de fondos de jubilación y pensiones del HSBC, banco con archivos depositados en Barracas, perdidos durante el incendio, en cajas que llevaban denominaciones como "lavado de dinero".
Cabrera, asimismo, es el jefe de los inspectores que fiscalizaron el galpón de Iron Mountain, años antes del incendio, en 2009 y solicitaron su clausura, siendo que el acta se extravió junto con decenas de miles de expedientes, según aseguró el ex director general de Protección del Trabajo del gobierno porteño Angel Rodríguez, en una cámara oculta difundida por Télam.
Al ingresar a la gestión macrista, en 2007, Pirovano impulsó el Distrito Tecnológico, una zona franca de impuestos y gravámenes para los barrios de Barracas y Parque Patricios, para empresas del sector.
Sin embargo, uno de los primeros beneficiados, que ya se encontraba en la zona fue Iron Mountain empresa a la que no le correspondía, dado que no se dedicaba a ningún desarrollo tecnológico, sino al almacenamiento de documentos.
Entre los archivos guardados, se encontraban las cajas de "lavado de dinero" del HSBC, de donde provenían Pirovano y Cabrera. La compañía contaba con depósitos en Barracas y Parque Patricios, beneficiados irregularmente por el plan de exenciones del Distrito Tecnológico, pero también en La Boca y Villa Lugano. Justamente Pirovano y Cabrera propusieron en 2010 una ampliación del Distrito, para que pudieran ingresar al mismo los barrios donde Iron Mountain tenía depósitos y no formaban parte de la exención impositiva.
El 9 de abril de ese año se celebró una audiencia pública convocada por la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura Porteña para escuchar las opiniones de los interesados sobre la ampliación de la ley que, en 2008, creó el Distrito Tecnológico.
Además de Pirovano y Cabrera, disertó Guillermo Lockhardt, director de Iron Mountain, quien puso a su empresa como "ejemplo del desembarco de la industria TIC en el barrio", según reflejó un comunicado oficial del gobierno porteño luego de la audiencia. Lockhardt trabajó para Siemens en la época en que la compañía formó junto con la Sociedad Macri (Socma) Siemens Itron, dedicada a digitalizar partidas de nacimiento para el sistema de documentos nacionales de identidad privados que desembocaron en un escándalo por coimas en Alemania.
Otro de los directivos de Iron Mountain, Gustavo Alvarez, director financiero de la empresa de archivos, fue en 2005 directivo del Grupo Clarín, durante los años en que el ministro Cabrera formaba parte del directorio del diario La Nación.
Las empresas de Clarín vinculadas con la provisión de notebooks al gobierno porteño también están radicadas en el Distrito Tecnológico y reciben las exenciones impositivas.
Dos años después de aquella audiencia de 2010, Iron Mountain fue beneficiada en exenciones por $ 5 millones, en Ingresos Brutos y ABL, además de ganar otro millón de pesos mediante una licitación como proveedor de la Secretaría Legal y Técnica porteña para digitalización de datos.
Nada de esto debería haber ocurrido si no extraviaban los expedientes donde los inspectores pedían la clausura del depósito de Barracas, así como tampoco el incendio y, principalmente, las muertes de los bomberos. Antes de su paso por el HSBC, Pirovano fue asesor en el Congreso de la Nación del diputado Alvaro Alsogaray.
Ya en funciones en la administración de Mauricio Macri, en febrero de 2011, tuiteó: “¿Y si asumimos que la educación pública está muerta y con esa plata le pagamos a los chicos una escuela privada?”.