“Buenas y santas, soy el padre Javier Olivera Ravasi. Algunos me conocen, otros no. Les mando muy cortito este video para comentarles que está prácticamente terminado el proyecto que venimos conversando hace algunos meses. Por favor léanlo. Si Dios quiere en un par de semanas nos juntamos para terminar de cocinar lo último”, mirando a cara el cura les habló a los que están involucrados en la misma causa.

Olivera Ravasi es abogado e hijo del represor Jorge "El Carnicero" Olivera, condenado a perpetua por delitos de lesa humanidad cuando se desempeñaba al mando de diversos centros clandestinos de detención en la provincia de San Juan. Su apodo se debe a que "ponía carne" sobre la parrilla, es decir, en las mesas de torturas de los centros clandestinos.

El cura tiene una gran cercanía con la vicepresidenta Victoria Villarruel y la abogada de genocidas Cecilia Pando,  y formó parte del Instituto de Verbo Encarnado, uno de los sectores eclesiásticos más retrógrados de la Iglesia Católica -opuesto al papa Francisco desde que era Jorge Bergoglio- que tiene varios representantes denunciados por abuso sexual, abuso de conciencia y abuso de poder. 

Su mensaje va en concordancia con los últimos movimientos del Gobierno que ya no oculta su intención de liberar a los represores encarcelados.