Francisco recibió a una víctima de Alfredo Astiz y condenó la visita a represores en Ezeiza
El Papa se reunió con Anita Fernández, hija de Ana María Careaga -quien fue secuestrada durante la última dictadura cívico-militar cuando estaba embarazada de ella- y no eludió la visita de los diputados libertarios a los genocidas.
Francisco dejó un claro respaldó a las víctimas y los familiares de desaparecidos en momentos en que el gobierno de La Libertad Avanza amenaza con liberar a los genocidas condenados y encarcelados.
El Sumo Pontífice insistió con la necesidad de continuar en la búsqueda de la verdad: "No aflojen, conserven la memoria de lo que han recibido, no solo de las ideas sino de los testimonios, ése es el mensaje que les doy en este día".
También tuvo palabras cariñosas a “mi amiga y compañera Esther Balestrino de Careaga” -quien fuera su jefa en un laboratorio de análisis clínicos-, y dijo que de ella había aprendido su amplitud política.