Volverte a ver
Ha habido decenas de formas de jugar campeonatos de fútbol en la Argentina. A los formatos me refiero. El de todos contra todos, 2 ruedas ida y vuelta, pareciera ser el más tradicional, aunque en la previa de Copa América recuerdo que El Pipi Romagnoli había dicho que él creció jugando torneos cortos en Argentina, y que no tenía idea de cómo pudieran comportarse los equipos en éste de 30.
La cuestión es que en este torneo de 30 equipos; un concepto bastante diferente a “Torneo Largo”; al día de hoy nos para frente a la tan mentada “Fecha de los clásicos”. Aquí ya nos encontramos con una desigualdad que va en contra de los equipos denominados en el siglo pasado como “Grandes”; ya que, y con todo respeto, no es la misma circunstancia las que viven River con Boca, Racing con Independiente; Central con NOB; San Lorenzo y Huracán; Unión con Colón, Estudiantes de La Plata con Gimnasia; Lanús con Banfield, que las que tendrán que afrontar el resto de los equipos.
No es lo mismo para Boca tener que jugar dos veces frente a River en el mismo torneo; que para Belgrano tener que hacerlo con Atlético de Rafaela.
Pero la circunstancia de contexto que tiene la fecha 24, va un poco más allá de lo meramente resultadista.
En esta oportunidad; son tres puntos más moral y ánimo para seguir en la lucha del torneo, o la posibilidad de ponerle el pié a tu archirrival, y esperar unas semanas para confirmar si la trapisonda sirvió para amargar la carrera de campeonato.
Veamos el caso del clásico de Rosario. Central, no solo está en la disputa importante del título, sino que también viene de meter 4 victorias consecutivas vs NOB que viene con algunos bollos. La victoria para Central, en este caso, excede por mucho en importancia a la de NOB. Porque mientras que para la Lepra será solo cortar una racha, no estará seguro de haber sido responsable directo de la suerte del canalla. En tanto para la academia; será seguir metiendo presión para luchar en serio por el torneo; dar un golpe de carácter en la mesa del campeonato superando un escollo calificado, armarse de la fuerza y el espíritu que solo brinda la ilusión, y recién en la figura de frutilla de postre aparece el rival al cual se le gana.
Cada encuentro de los 4 de arriba en el torneo (San Lorenzo, Boca Jrs, el nombrado Central y Racing) tienen su historia aparte por supuesto. Sus contextos, sus chicanas, sus cuentas pendientes, sus temores y sus bemoles. Y cada uno sabrá para que está. Mi único deseo es que la torta del triunfo, tenga más gusto al dulce de la victoria; que a la amargura ajena.
Ojalá tengamos todos una buena semana.