Periodismo independiente
Ya nada puede sorprender. Envueltos en las banderas del republicanismo abstracto, desde medios cuya historia desmienten lo que pregonan; recitando la libertad de empresa mientras se apropiaron del monopolio del papel para diario; auspiciando la libre competencia mientras arrasan con toda competencia; cómplices y beneficiarios de la dictadura establishment - militar, los dueños de esos medios, multimedios y negocios múltiples, es natural que defiendan sus intereses.
Pero que sus empleados más notorios asuman integralmente los intereses de sus patrones arropados en un pretendido periodismo independiente, los desnuda en forma impúdica. La noticia desde el mismo diario Clarín del 6 de diciembre expresaba:“Nueve periodistas que trabajan en medios audiovisuales del Grupo Clarín presentaron una acción de amparo, para que la Justicia declare nula la "transferencia de oficio" de radios y canales de TV del grupo, como pretende el Gobierno a través de AFSCA, ya que eso significaría "un acto de censura indirecta", que desembocaría en "el silenciamiento de voces críticas".
Varios de los firmantes trabajan también simultáneamente en La Nación y algunos en Perfil. Ellos son: Jorge Lanata, Marcelo Longobardi, Magdalena Ruiz Guiñazú, Nelson Castro, Julio Blanck, Jorge Fernández Díaz, Alfredo Leuco, Joaquín Morales Solá y Eduardo van der Kooy.
Todos son militantes fervorosos de los grupos empresariales que los contratan. Jorge Lanata es la mejor y más eficaz adquisición del grupo Clarín que realiza una defensa empresarial absoluta y total, en la cual no quedan atisbos de muchas de las creaciones positivas e ingeniosas de su pasado. Marcelo Longobardi ha pasado de la genuflexión a Daniel Hadad a la de Héctor Magnetto, con lo que demuestra una coherencia irreprochable hacia todo lo que sea poder económico que lo considera un advenedizo incondicional. Magdalena Ruiz Guiñazú ha sido una periodista muy valiosa y valiente en la etapa final de la dictadura establishment- militar y su participación en la CONADEP es un hecho muy meritorio. Pero cuando expresa sus posiciones políticas son la reproducción lineal de los medios dominantes sumados a un gorilismo a flor de piel, por lo que es lógico que termine defendiendo convencida a sus fuentes ideológicas que son al mismo tiempo sus empleadores: Canal Metro y Radio Mitre del grupo Clarín, y en el bisemanario Perfil de Jorge Fontevecchia.
Nelson Castro, antes de la disputa sin cuartel entre el gobierno y Clarín, se reservaba cierto grado de libertad personal. A partir de ahí, y teniendo en cuenta que el multimedio no deja resquicios para la disidencia con su línea política, se transformó en un soldado obsecuente de los intereses empresariales, donde tiene muchas horas diarias repartidas entre TN y Radio Continental del grupo español Prisa. También es columnista del bisemanario Perfil los días domingos. Julio Blanck y Eduardo Van de Kooy son editorialistas de Clarín desde hace muchos años y promueven y ejecutan las directivas periodísticas patronales; además tienen un programa semanal en TN llamado Código Político. Jorge Fernández Díaz es un buen escritor que trabaja en Radio Mitre; además es el columnista de los domingos de La Nación donde reemplazó en ese espacio y ese día a Mariano Grondona, con un envase más vistoso pero con similar contenido ideológico y un sesgamiento informativo de una tendenciosidad difícil de superar. Joaquín Morales Solá es uno de los columnistas estrella de “La Nación” y tiene en TN de la escudería Clarín su añejo programa “Desde el llano”, un título que es una ironía no buscada porque el mismo se construye con el respaldo del poder económico y no precisamente desde el llano.
Y el último incorporado a la empresa multirrubros es Alfredo Leuco, en realidad alguien que ha regresado a su primer contratista en Buenos Aires cuando arribó como militante político desde Córdoba, que luego de dejar Radio Continental está en Radio Mitre, en televisión en Canal 26 de Pierri y los sábados es columnista de Perfil. Habitualmente sus opiniones no sólo se ajustan a la línea editorial de los medios que lo contratan, sino que los sobreactúa con un énfasis sorprendente.
Esta identificación de los empleados jerárquicos con los intereses de sus empleadores llevados a un extremo, resulta desmitificador del mal llamado periodismo independiente ejercido por periodistas autocalificados del mismo modo. Son ejemplos paradigmáticos que encuadran con precisión en la aseveración que sostiene que el dominio absoluto, se produce cuando el discurso del empleador pasa a ser la argumentación del empleado que lo adopta como de su propia elaboración.
Desde el periodismo favorable al gobierno, el periodista Gustavo Sylvestre, que durante quince años formó dupla con Marcelo Bonelli en el programa estrella de TN “A dos voces”, y que ahora conduce un programa de debates en C5N llamado “Minuto 1” y un programa radial en Radio del Plata, en la entrega de los premios Juana Azurduy abogó por un periodismo neutral.
Esta apreciación puede ser refutada con una precisa afirmación del clérigo sudafricano Desmond Tutú, Premio Nobel de la Paz 1984: “Si eres neutral en situaciones de injusticia, elegiste estar con el opresor. Si un elefante pone su pie sobre la cola del ratón y tú dices que eres neutral, el ratón no apreciará tu neutralidad."