La fotografía de Tecnópolis, antes y después
El proyecto de creación de Tecnópolis emergió en el marco del denominado “Paseo del Bicentenario”, organizado por la Unidad Ejecutora del Bicentenario (UB) de Presidencia de la Nación para conmemorar el Bicentenario de la Revolución de Mayo, que fue visitado por más de 6 millones de personas y se convirtió en un hito de la historia argentina. En ese marco desde las Postas y los stands de Ministerios, Provincias, Empresas estatales, organismos gubernamentales, Países Limítrofes, etc. se trabajó en relación a la “idea de futuro”. Justamente Tecnópolis fue pensada como la oportunidad de abordar la visión del futuro de los argentinos y la revisión de la historia, no con respecto al pasado exclusivamente, sino como la posibilidad de debatir y reflexionar sobre el presente de la Argentina y América Latina, y plantear el devenir como una posible “construcción social y colectiva”.
Comenzó a construirse en el predio de 54 hectáreas ubicado en Villa Martelli, a metros de la Avenida General Paz, como “un lugar que perteneciera a todos, una propuesta lanzada hacia el cuerpo social para que éste se la apropiara, le diera vida y comenzara a construir desde ahí sus propios relatos, que nunca son únicos y que siempre se hacen de a muchos” (Javier Grosman, ex director de la UB). Tecnópolis buscaba generar experiencias participativas desde donde dar a conocer, transmitir e involucrar a la ciudadanía en la reivindicación de logros científicos y tecnológicos, el arte y la cultura, el avance en materia de soberanía, y la revisión histórica. En definitiva dar cuenta de ciertos procesos políticos, sociales y culturales de construcción de subjetividad que fueron puestos en marcha desde el Gobierno en directa relación con las políticas públicas impulsadas desde mayo de 2003 hasta diciembre de 2015.
Con la llegada de Mauricio Macri muchas cosas cambiaron no sólo en lo que respecta a contenidos exclusivamente, sino a la manera de pensar la política cultural y el rol del Estado.
La cuestión de la masividad:
Cantidad de visitantes por año:
2011: 4,5 millones
2012: 3,3 millones
2013: 4,22 millones
2014:4,74 millones
2015:5,2 millones
2016: 2 millones
Durante la gestión kirchnerista el promedio de visita fue de 4, 39 millones de personas por año, y si bien existen pequeñas variaciones interanuales, se observa un leve aumento sostenido año tras año (a excepción de 2012 cuando bajó la cantidad de público teniendo en cuenta que 2011 fue el año de mayor duración: 125 días). Siempre las vacaciones de invierno concentraron el mayor caudal de público, con un promedio de visita de 2,2 millones de personas cada año. Justamente el record histórico en cantidad de visitantes en una jornada fue de 429 mil personas y se dio el segundo sábado de vacaciones de invierno de 2015. El total de visitantes durante los cinco años es de 22 millones, es decir 50 mil personas por día. En lo que respecta a visitas institucionales o guiadas, existía una firme estructura de gestión y un esquema prioritario de contención de contingentes de instituciones educativas de todo el país que incluía en muchos caso el traslado gratuito y una vianda: el promedio de visitas fue de 550 mil estudiantes por año, distribuidos en aproximadamente 8 mil contingentes de las 24 provincias.
La gestión del predio con Macri empezó siendo una incógnita. La apertura del espacio recién fue confirmada luego de que “Tecnópolis Salta” fuera visitada por más de 250 mil personas, a sólo 40 días de la fecha estipulada. El Parque abrió sus puertas el 18 de julio, es decir durante la segunda semana de las Vacaciones de Invierno. Los números fueron significativos, teniendo en cuenta que durante las vacaciones fue visitado por 1.180.000 personas, casi el 50% de las ediciones anteriores, y a sólo una semana del cierre el número de visitantes había sido de 1,95 millones. Además se redujo en un 500% la cantidad de visitas escolares, que pasaron de 6 mil a sólo mil por día, y sólo de CABA y GBA.
2) Rango Institucional:
En estrecha relación con el primer punto, la gran cantidad de gente que visitó el Parque (4,5 millones de personas) durante la edición inicial fue lo que motivó a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner a crear, a través del Decreto N° 2110/20102 del Ejecutivo, un Parque Permanente llamado TECNOPOLIS DEL BICENTENARIO, CIENCIA, TECNOLOGIA Y ARTE, en el marco de la UB, que dependía directamente de Secretaría General de Presidencia de la Nación. La norma asignaba al Proyecto el Predio de Villa Martelli así como presupuesto propio (Decisión admin. 153 / 2011), y lo declaraba de “Interés Nacional”. Además se facultaba a los Ministerios a destinar parte de su presupuesto a hacer acciones en el predio. Dicho rango institucional le permitió no depender económicamente ni políticamente de ningún otro organismo del Estado, salvo Presidencia de la Nación, y articular con los Ministerios y organismos estatales que gestionaban sus espacios dentro del Predio, que con el tiempo fueron consolidando una unidad presupuestaria independiente dicha tarea.
Con la llegada de Macri a la Presidencia Tecnópolis pasó a depender del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, a cargo de Hernán Lombardi (Secretaría de Estado con Rango de Ministerio), que concentra además el Centro Cultural Kirchner, la Televisión Pública, Telam, Radio Nacional, Canal Encuentro, Paka Paka, Bacua y DeporTV. Dentro de dicho Sistema se constituyó como una Dirección dependiente de la Secretaria de Contenidos Públicos encabezada por Gabriela Ricardes. Con este cambio el Parque Temático pasó de ser un ente autárquico dependiente directamente de Presidencia de la Nación a ser una Dirección Nacional sin presupuesto propio ni articulación directa con los organismos estatales. Esto repercutió en que sólo nueve de 21 ministerios pusieran en marcha sus espacios desde el inicio de la edición (entre ellos Ministerio de Ciencia y Tecnología que concentra el 80% de las actividades), y otros que aún permanecen cerrados.
3) Contenido de los espacios:
Uno de los propósitos de la creación de Tecnópolis fue la generación de un dispositivo donde dar a conocer y difundir la ciencia, la tecnología, el arte y la cultura. El 16 de julio de 2015, durante el acto de inauguración de la quinta edición en Tecnópolis, la ex Presidenta dijo: “¿Saben qué es Tecnópolis? Es el despliegue de la Argentina, la Argentina con todas sus energías, con todos sus recursos, todas sus capacidades, con todo lo que tenemos para brindarnos a nosotros mismos y al mundo”. En ese sentido, además de los espacios permanentes, cada año tuvo un lema específico que remitía al contexto que vivía la Argentina y enmarcaba las actividades, temáticas, atracciones, y sucesos que tendrían lugar ese año en:
2011 - “Decir presente mirando al futuro”: buscó acercar el parque a la ciudadanía, fomentar experiencias participativas, y dar a conocer y reivindicar los logros científicos y tecnológicos alcanzados desde los sectores público y privado de la Argentina. Actividades destacadas: “Hielos Argentinos”, “Aerolíneas, la experiencia de volar”, “CONAE/tronador II: Argentina en el Espacio”, “Yacyretá, el fin de la historia”, “La Nave de la Ciencia”, “Robótica”, “Reactor Nuclear”, y “Antártida: hielos argentinos”.
2012 - “Energía para transformar”: se propuso difundir la importancia del desarrollo productivo y la Industria nacional como motores de crecimiento personal y colectivo, y en lo que respecta a actividades culturales y artísticas específicamente el objetivo era lograr un espacio de “Encuentro, mezcla y fusión”. Para ello se trabajó en visibilizar lo otro, lo subalterno, aquello que históricamente fue determinado como “inferior” o simplemente es invisible por relaciones de poder y dominación. Además se incorporó el deporte urbano a las actividades permanentes del parque: Skate, acrobacia, y BMX. Actividades destacadas:“Tierra de Dinos”; “Simulador de Terremotos”; “Telecomunicaciones: la Máquina del tiempo”; “Experiencia laser”; “Muestra: el genio de Da Vinci”; “Fábrica de sonidos”; “Zamba en Tecnópolis”; “Puerta de ingreso al Universo”; y “La montaña mágica”.
2013 - “El Desafío del conocimiento”: fue el año de consolidación de las actividades permanentes donde se buscó intensificar el diálogo con los más jóvenes a través de la divulgación. Además se llevaron a cabo los primeros Festivales: “Festival Raíz, una fiesta de sabor y sentidos” que contó con la participación de todas las provincias y fue visitado por más de 300 mil personas; y “Comicópolis”, el primer Festival internacional de Historieta hecho en Argentina, del que participaron 25 mil personas. Actividades destacadas: “Madre Tierra”; “Rockópolis”; “Fábrica de Sonidos”, “Pasiones Argentinas”; “Evolución Humana”; “Mundo Zamba”; “Ciencia para Todos”; “Zona Videojuegos”; “Acuario Argentino”.
2014 - “Un mundo por descubrir”: se trabajó en la generación de actividades para atraer al público que aún no había visitado Tecnópolis. En la dimensión cultural y artística el objetivo era representar todas las culturas y grupos sociales a través de una programación acorde a los intereses particulares, y la articulación entre los públicos que aportara una mirada diferente. Se desarrollaron el “Festival Nectar” de cultura Hip Hop; “Fluir”, el primer festival de arte urbano y playa; “Toque”, festival internacional de Percusión; y el “Encuentro por el cuidado del planeta (ECO)”, para promover el cuidado del planeta. Se realizó por primera vez “El Encuentro Federal de la Palabra”, que conjugó en un mismo espacio a diferentes formas de narrativa como la literatura, el cine, el teatro, el periodismo, las culturas digitales, la música, el humor, la historieta y otras expresiones de la palabra en todas sus manifestaciones. Del encuentro participaron más de 300 mil personas, entre ellas 154 periodistas, dramaturgos, actores, músicos, escritores y artistas.
2015 - “Futuro para siempre”: al coincidir con el último año de gestión de Cristina Fernández de Kirchner, fue pensado para mostrar la madurez alcanzada por la política pública, así como la voluntad de continuar consolidando las habilidades y experiencias puestas en marcha hasta entonces, en conjunto con la sociedad. Actividades destacadas: “Experiencia Arsat – 1”; “Zona Video Juegos”; “Bichos: entomología”; la pista de Hielo “Buenos Aires Juega”; “Urraka”.
2016, “Punto de encuentro”: en el marco del cambio de gestión, el gobierno de Mauricio Macri eligió no casualmente el lema. Como expresó el Presidente Macri el día de su inauguración se buscó “que el predio sea un lugar de encuentro de todos los Argentinos”. Para ello la muestra giró en torno a la diversión y la búsqueda de la identidad individual, con contenidos poco conflictivos y homogeneizadores.
Las atracciones centrales son el “Club de Estilo” y “El Club de Creadores”, para lograr acercamiento de los jóvenes a herramientas digitales y redes sociales (facebook, instagram, Youtube y Snapchat). Según la página institucional El Club de Estilo te “invita a vivir la experiencia de una it girl mostrando cómo las mujeres son protagonistas de las redes sociales a través de la belleza, la vida saludable, el humor y los libros”. El stand cuenta con espejos para maquillarse, tres salones denominados “Selfie Time”, y un auditorio donde se llevan adelante charlas y actividades sobre temáticas como: Construir audiencia a través de tus redes con Book de Belleza y Chini Makeup; El sentido de la estética en Instagram; Snapchat: Cómo generar contenido para 24 hs.; y ¿Cómo crear contenido para un canal de belleza?; entre otras temáticas. El Club de creadores es una multiplataforma dedicado a los youtubers más famosos de habla hispana, donde además los fans pueden conocer “a los artistas que eligen día a día”.
Otro de los cambios más notorios fue el desmantelamiento del “Parque Temático de Zamba”, el personaje icónico de Paka Paka que recorre la historia argentina, y su reemplazo por el “Parque de los Laberintos”, en homenaje a Jorge Luis Borges, donde se disponen una serie de laberintos a gran escala, realizados por artistas contemporáneos.
4) Concepción de las políticas culturales:
En el marco del proceso político iniciado en 2003 que se autodefine por los avances en materia de de inclusión social, apertura de Derechos y producción de nuevas representaciones sociales, Tecnópolis fue pensado como un Dispositivo central que utilizaba a las políticas culturales como encargadas de la reconstrucción de la esfera pública y la trama social a través de la transmisión de ciertos valores y narrativas.
Justamente la visión integral de Tecnópolis, que se verifica en su vinculación directa con Presidencia de la Nación, y su relación permanente con otros organismos del Estado, se basaba en el concepto de la cultura como un derecho y lo cultural como la forma de articular factores económicos, políticos y sociales y activar nuevos procesos. Las prácticas puestas en marcha desde los diferentes espacios así como las interacciones con los objetos allí dispuestos permitieron desarrollar consecuencias concretas con alcance transversal que contribuyeron a promover cambios sustantivos en los habitus, el sentido común hegemónico, los estereotipos, y las formas de interactuar. Se partió de la idea de que lo cultural deconstruye las lógicas de poder, multiplica imaginarios sociales, genera nuevos recursos simbólicos y modifica las prácticas cotidianas de las personas. Se trató de gestionar la cultura para posicionarla como un recurso crítico que permitiera la construcción de mayor ciudadanía.
Una de las claves fue la revalorización del Espacio Público a través de la construcción y puesta en marcha de espacios diversos, flexibles, que pudieran ser resignificados y apropiados por los visitantes, lejos de la idea de lo público como un lugar de tránsito. Para ello la intención fue crear una “experiencia”, que tiene que ver con su carácter no enunciativo, sino vivencial, performativo, que establece una relación de continuidad entre cuerpo y espacio.
A partir de 2016 se observa que la noción de política Cultural se limita a la mera gestión o administración de los recursos que ofrece el Parque, con el mínimo objetivo de que abra y ofrezca un producto o servicio, similar a cualquier otro, que llegue al mayor número de público o consumidores posible. Se piensa la política cultural como la programación de espectáculos y actividades autónomas de las “lógicas del poder” y con muy pocos riesgos políticos.
Una novedad es “Tecnópolis Federal” que prevé llevar de forma itinerante por las provincias, como ocurrió en Salta y Santiago del Estero, algunas atracciones. Si bien la iniciativa busca “democratizar los contenidos”, trasladar un fragmento mínimo de la muestra quiebra el concepto integral del Parque que sostenía la gestión anterior, así como la posibilidad de habitar y vivir la “Experiencia Tecnópolis”.
En la nueva edición lo cultural ya no funciona como elemento multiplicador, sino homogeneizador de formas de entender el mundo y reproductor de un sentido común acrítico: produce la negación del conflicto, de lo político, como parte constitutiva de la sociedad civil. Sin embargo en la toma de decisiones se ven claramente las nuevas prioridades y objetivos enraizados en la circulación permanente de imágenes y narrativas estéticas que tienden a producir un tipo de proyección de la realidad ligada al mundo de lo publicitario. Justamente han utilizado hábilmente las imágenes sabiendo que hoy son el dispositivo político fundamental para que el sujeto tenga cada vez menos recursos simbólicos, herencias históricas, y anclajes de su propia existencia, y quede a merced de la construcción permanente de subjetividades volátiles.