¡De esto, no se habla!
Incalificable es, la solución que le dieron a la crisis financiera, los países desarrollados. Tenemos claro que el costo de la fiesta europea es inequitativo, porque vemos a los pueblos como sufren. Para salvarle la vida a los bancos, se requirieron ajustes salvajes en términos de recesión y desempleo. Pero lo más odioso desde mi punto de vista, es que ahora llega el costo que deben pagar “los inocentes” del sistema económico internacional, los países emergentes. La economía mundial puede descarrilar sincronizadamente si se llega a pinchar una, de las tantas burbujas que se formaron como consecuencia de la solución de “la crisis de Lehman Brothers”. Aunque “de esto no se habla”, porque lo disimulan los organismos multilaterales de crédito que están al corriente y también lo encubren los economistas cómplices del desastre. La prensa de negocios trata de “no hacer olas”, pero lo cierto es que el riesgo de una nueva crisis financiera esta subyacente. Es obvio que para enderezar la nave no escatimaron riesgos y no difundieron futuros peligros, es como si hubieran estipulado un pacto de silencio. Podría calificar esta actitud de entendible y hasta responsable, si no percibiera el contraste que ejercen con el tratamiento irresponsable, cuando se trata de informar acerca de países emergentes.
El peligro más grande y latente, es que otra vez los problemas de “los países serios”, pueden afectar a todo el sistema internacional en unas pocas semanas. El dinero barato que financia y financiará el pueblo estadounidense-a través de la Reserva Federal-, para evitar las quiebras en cadena y la recesión, está siendo retirado con mucho disimulo.
La extravagante inundación de liquidez de los países desarrollados, más tarde o más temprano, hará que la economía mundial experimente una crisis, nuevamente. Todo lo que nosotros no podemos hacer lo siguen haciendo estas economía que continúan “dándole a la maquinita”. Desde la crisis mundial, las inversiones en la economía real se han hecho cada vez menos atractivas, y los fondos especulativos se asignaron a las bolsas y los mercados financieros. La nueva burbuja de Internet, la podemos encontrar en empresas como Facebook, Linkedin, Twitter y Weibo, Whatsapp, que suman alrededor de 19 mil millones de dólares. El índice S&P 500 (las acciones de la economía real mas representativo por su amplitud) aumentó desorbitadamente, el Dow Jones (las acciones mas importantes) acompañaron como si fueran cosas iguales-las virtuales y las reales-. A principios de marzo, el índice Nasdaq (acciones tecnológicas) toco el pico más alto desde 2000, no es posible que no se pueda identificarse este asunto, hasta que se convierta en un problema.
Aunque desde 2008 se logro evitar que el mundo se fuera por el resumidero, Europa sigue con un desempleo absurdo, la economía estadounidense ha sido incapaz de volver a 4.5% de desempleo y la gente no ha recuperado su nivel de gasto previo a la crisis, ni remotamente. El desempleo, el crecimiento de la brecha entre el 1% y el 99% (definición de Stiglitz), genera un nivel de sufrimiento que desde “la Pampa” es difícil percibir. Existen además 17 países con “burbuja inmobiliaria”, entre los que se destacan: Gran Bretaña, Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Hong Kong, Singapur, Israel, Brasil y China.
En este último, la masa monetaria creció 180% desde la catástrofe de Lehman Brothers; si se pincha China, veremos crisis asiática extendida. Los chinos pueden caer en un default generalizado de los ahorristas, provincias y empresas, que están endeudados hasta la coronilla. Los Bancos chinos pasaron de de deber 12% del PBI, a comprometerse hasta 41 puntos del PBI, y el endeudamiento privado es 80% más alto que antes de la crisis.
La deuda mundial sumada: bonos soberanos, deuda corporativa, deuda financiera, suma 100 billones de dólares (50% mas que antes de la crisis y 150% mas que en 2000). La relación deuda global/PBI global, se estima en 133%; los grandes bancos empezaron a vender reservada, pero intensivamente, Treasury Bonds (bonos del Tesoro estadounidense). China no solo dejo de comprar papeles pintados, sino que comenzó a venderlos. Si los planetas se alinean, la situación podría manifestarse descontroladamente. Con desequilibrios macroeconómicos resistentes, no hay sistema financiero que pueda proporcionar suficiente liquidez, ni la confianza puede sobrevivir para siempre.