En Holanda crece la derecha, la crisis ante la inmigración y la tensión con Turquía
El rey Guillermo Alejandro de Holanda se enfrenta a una encrucijada política en las elecciones del próximo 15 de marzo donde debe permanecer neutral ante candidatos de ultraderecha que ganan poder y se cruzan con los ideales nacionales de solidaridad y tolerancia.
Según la Constitución de Holanda, el rey no puede tomar partido, sino ejercer un papel simbólico, de promoción de ideas ampliamente compartidas. Una posición de neutralidad que se vio seriamente afectada con el avance de ideologías de ultraderecha de cara a las próximas elecciones generales del 15 de marzo donde se eligirán diputados y de donde se asignará al próximo Primer Ministro.
Entre los candidatos que fueron creciendo se encuentra el extremista xenófobo Geert Wilders que encabeza El Partido para la Libertad; hombre que busca romper con la Unión Europea (UE), amenaza con cerrar las fronteras a la inmigración y promete cerrar mezquitas y prohibir el Corán; entre otras posiciones que se alejan de la idea de tolerancia y comunidad con la que suele representarse a Holanda.
Si bien la popularidad de Guillermo Alejandro se mantiene alta, se produjo una reciente caída sensible desde su investidura que ahora podría verse afectada por las elecciones.
"Nadie pone en duda la continuidad de la monarquía -explica Eddy Habben Jansen, director del centro de estudios ProDemos-. Hay partidos, como los Verdes, que piden la abolición, pero nunca presentaron ninguna iniciativa seria para conseguirlo."
Europa comenzará a medir el verdadero poder de la ultraderecha en las urnas en Holanda, Francia y Alemania y quizás Italia ante una Unión Europea que sufrió su primer cimbronazo con el llamado "brexit".