Tras calificarlo como "el mentiroso más conocido de todos los tiempos", el pintor Nelson Shanks hizo público un secreto respecto del cuadro que ilustra a Bill Clinton como un estadista, en la Casa Blanca.

Sobre la sombra que oscurece la parte superior de una chimenea delante de la que está parado el expresidente, dijo que se trata de la silueta de un maniquí al que había arropado con un vestido azul, emulando a la becaria Monica Lewinsky y su vestimenta cuando ocurrió el afamado affaire.

"Él y su administración hicieron buenas cosas, pero no podía olvidar esta historia de Monica, y está sutilmente incorporada en la pintura", señaló el artista en declaraciones al Philadelphia Daily News.

Por eso, el maniquí vestido de azul "estaba ahí cuando pintaba" la obra de la que Clinton dijo estar orgulloso; claro, porque el expresidente no estaba in situ cuando el pintor dejaba plasmada la extraña sombra sobre la que su autor ahora echa luz.