El jueves pasado, la Argentina depositó 539 millones de dólares en el Bank of New York Mellon para hacer frente a las obligaciones correspondientes al vencimiento del 30 de junio, que debían ser girados a los tenedores de bonos de deuda reestructurada.

Al día siguiente, el juez neoyorquino Thomas Griesa ordenó el bloqueo de esos fondos, aunque no procedió al embargo. El Bank of New York Mellon adelantó que no giraría los fondos, aunque siguen 30 días sin que el país entre en 'defolt' técnico.

Ahora, los tenedores de bonos en euros pidieron al juez de Nueva York que desbloquee ese dinero con el argumento de que deben estar exentos de la sentencia, ya que el dinero que se les debe no entraría en los EE.UU., no estando sujetos, por lo tanto, a la jurisdicción del tribunal norteamericano.

Según publica este lunes la agencia Bloomberg, el pago fue realizado a cuenta del Banco Central de República Argentina en la sucursal Luxemburgo del Bank of Nueva York; luego se giraría a una entidad belga en Frankfurt y, finalmente, a los inversores a través de cámaras de compensación en Europa, de acuerdo al pedido.

Por lo tanto, los acreedores europeos de la deuda reestructurada se encuentran fuera de la jurisdicción del magistrado, por lo que deberían poder cobrar. "El proceso de pago de los bonistas europeos no involucra a los Estados Unidos", manifestaron los abogados de los bonistas.