Un estudio de Harvard reveló de qué manera debes correr para que no te duelan los pies

Aunque a menudo no seamos conscientes de ello, los pies desempeñan un papel fundamental en el cuerpo humano. En ese sentido, la Universidad de Harvard ha compartido ocho consejos efectivos para prevenir que los pies se conviertan en un problema. 

Cuando los pies duelen, no solo representan una molestia que interfiere en nuestra vida diaria, sino que también dificultan la realización de cualquier tipo de actividad física.

A qué le debes prestar atención cuando corres para que no te duelan los pies según Harvard

Perder peso: El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre los pies en cada paso. Los científicos relacionan el índice de masa corporal con una mayor probabilidad de desarrollar dolor en las articulaciones del pie.

Invertir en un buen calzado: Llevar un calzado adecuado, no solo al hacer ejercicio, puede prevenir lesiones. Aunque a veces nos preocupamos por la moda, es importante priorizar la salud de nuestros pies, evitando usar calzados que causen dolor, juanetes y torceduras de tobillo. Si buscas calzado deportivo, el estudio de la pisada es la forma más precisa de acertar.

Hacer ejercicios de estiramiento: Correr es un ejercicio intenso y de alto impacto que ejerce una gran carga, aumentando el riesgo de sufrir lesiones comunes. Es muy importante realizar una previa elongación para no tensionar músculos innecesariamente.

Trabajar el equilibrio: La falta de equilibrio puede ser causa y consecuencia de dolencias en los pies. Puedes mejorar practicando ejercicios que estimulen y mejoren este aspecto. 

Ser progresivo: Correr es un ejercicio intenso de alto impacto que supone una gran carga para los pies y aumenta el riesgo de lesiones comunes como la fascitis plantar. Cuando comiences una nueva rutina, hazlo de manera gradual. Usa calzado adecuado y, si sientes molestias, toma los descansos necesarios.

Descanso necesario: Estar de pie todo el día es duro para los pies, la zona lumbar y las piernas. Alterna períodos sentado y de pie a lo largo del día para equilibrar la presión sobre las extremidades y evitar calambres, fatiga muscular o dolor en las articulaciones.

Cuidar las uñas: Mantén las uñas ni demasiado cortas ni demasiado largas, y córtalas en línea recta. Cortarlas en curva o en ángulo puede causar uñas encarnadas.

Tratar heridas e infecciones: Las bacterias pueden provocar infecciones en cualquier herida abierta del pie. Vigila tus pies y trata las ampollas y otras lesiones, así como las infecciones fúngicas como el pie de atleta.