Vivir más sano
Cuáles son los hábitos que podés tener en las comidas y aumentan tu esperanza de vida
Adoptar ciertas costumbres en torno a la alimentación puede influir significativamente en el bienestar general y en la prevención de enfermedades crónicas.
Conocé los hábitos para mejorar tu Salud
La alimentación es uno de los pilares fundamentales para una vida larga y saludable. Distintos estudios científicos vienen señalando desde hace años que no se trata solo de qué comemos, sino también de cómo, cuándo y en qué cantidad lo hacemos. Sn embargo muchos se preguntan ¿Cómo esto influye en la Salud?
En este sentido, cada vez más expertos en nutrición y longevidad coinciden en que pequeños cambios sostenidos en el tiempo pueden tener un gran impacto en la calidad de vida. Además, el acto de comer también está relacionado con aspectos sociales, emocionales y culturales.
Qué hábitos alimenticios son ideales para aumentar tu esperanza de vida
Las costumbres que deberías incorporar a tu vida para mejorar tu Salud
Te dejamos a continuación los 11 hábitos sencillos para vivir mejor, según una experta en bienestar:
- Arranca el día con un vaso de agua: Según la especialista María Pérez Espín, lo ideal al despertar es hidratarse. Durante la noche, el cuerpo se ocupa de eliminar toxinas, y el agua al levantarse ayuda a poner en marcha el metabolismo y facilitar la depuración.
- Haz del desayuno una comida de calidad: Aunque el desayuno ya no es considerado por todos como la comida más importante, si optás por desayunar, asegurate de que sea equilibrado y cargado de nutrientes que te mantengan activo.
- Aumentá tu actividad diaria: No solo se trata de ir al gimnasio. La clave está en moverse más en lo cotidiano: caminar en lugar de usar transporte, subir escaleras en vez del ascensor, o moverse unos minutos cada hora si pasás mucho tiempo sentado.
- Comé más en casa y menos en restaurantes: Además de ser más económico, cocinar te permite controlar los ingredientes y las porciones, lo que te ayuda a mantener una alimentación más saludable.
- Llená tus platos de colores: Las frutas y verduras de diferentes tonos aportan distintos nutrientes. El rojo (tomates, frutillas), el verde (brócoli, kiwi), el blanco (cebolla, champiñones), el naranja (zanahoria, calabaza) o el morado (berenjena, mora), todos tienen propiedades beneficiosas, como antioxidantes, vitaminas y fitoquímicos protectores.
- Reducí los productos ultraprocesados: Evitá los alimentos con azúcares añadidos, harinas refinadas y conservantes artificiales. Estos productos no solo carecen de valor nutricional, sino que estimulan el hambre constante y pueden provocar inflamación.
- Dale prioridad al sueño: Dormir al menos ocho horas diarias y mantener una rutina constante de sueño, incluso los fines de semana, favorece el equilibrio físico y mental.
- Incorporá momentos de calma mental: Practicar mindfulness o meditación, aunque sea solo unos minutos de respiración consciente al día, puede ayudarte a liberar tensión y mejorar tu enfoque.
- Cuidá tus vínculos sociales: Rodearse de personas positivas y alejarse de entornos tóxicos mejora significativamente la calidad de vida. Estudios de Harvard indican que las relaciones humanas saludables son fundamentales para la felicidad.
- Tomá sol con cuidado y reconectá con la naturaleza: La exposición controlada al sol ayuda al organismo a producir vitamina D, esencial para los huesos y el sistema inmunológico. También es beneficioso pasar tiempo al aire libre.
- Dale un cierre refrescante a tus duchas: Finalizar el baño diario con agua fría puede parecer incómodo, pero este pequeño gesto estimula la circulación, revitaliza y fortalece el sistema inmune.