La bicicleta de François Gissy es única en el mundo, ya que posee tres cohetes o propulsores incorporados e impulsados por peróxido de hidrógeno capaz de darle un gran envión. Tan es así, que en poco menos de tres segundos logró alcanzar los 333 kilómetros por hora. Por otro lado, la Ferrari conducida por Paul Ricard, un superdeportivo con 510 cv de potencia, alcanzó los 100 kilómetros por hora en 3,4 segundos, quedando muy atrás en la salida.


Ahora, el ciclista dice que espera batir este récord en un futuro y para ello deberá, junto a su equipo, crear una "monstruosa bicicleta" que ya llaman "Spine Crusher", cuyo objetivo es alcanzar los 400 kilómetros por hora en menos de dos segundos.