La idea de la creación de este ente fue la de generar información para "mejorar la confiabilidad y la toma de decisiones del sector", en palabras del subsecretario de Lechería, Alejandro Sammartino, con mucha terminología empresarial. Sin embargo, el primer informe de coyuntura que elaboró el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA) demostró que durante 2016, la producción lechera nacional no fue prioridad entre las políticas para el agro.  

En los últimos doce meses la cantidad de establecimientos dedicados a la actividad disminuyó un cuatro por ciento, es decir, que desaparecieron 460 pequeños tambos en una estadística que duplica la tasa promedio de cierre de los últimos años.

Los estudios reflejaron que la producción de materia prima habría caído en 2016 entre el 10 y 11 por ciento respecto a 2015, según el OCLA: "Analizando el diferencial entre caída de producción total y a tambo constante, y datos de los informantes calificados, se puede inferir una disminución de aproximadamente un 4% en el número de tambos, cifra que duplica la tasa promedio de los últimos años, que se ubicaba en torno al 1,5% y 2%", indicaron desde el observatorio.

El golpe al sector es consecuencia de la fuerte caída en la facturación por el aumento de los precios "que ha generado una compleja situación financiera para muchos productores que incrementaron notablemente su endeudamiento y a tasas más altas", agrega el informe.

Otro indicador analizado fueron las tasas de rentabilidad de los productores, que se encuentran entre neutras o levemente negativas, por lo que "el precio de la leche logra cubrir en promedio los denominados costos de mediano plazo, pero no permite retribuir el costo de oportunidad sobre el capital invertido en el proceso productivo".

Las exportaciones se contrajeron poco más del 18% en leche procesada, arrojando un resultado negativo del 16 por ciento tomando como referencia el mes de octubre, en relación a septiembre y un 42,3% menos que en 2015 en la acumulada, según informó la agencia Télam.