Es un  nuevo concepto de justicia por mano propia, ya que en este caso primero se lo faja al delincuente y después se lo entrega a la policía para que lo detenga y lo lleve a la Justicia.

Esto ocurrió en Tigre donde un hombre vio caminando por la calle a la persona que había entrado a robar a su casa

Sin esperar a que interviniera nadie, tomó cartas en el asunto y decidió resolverlo por sí mismo. Se abalanzó sobre el ladrón, lo redujo a los golpes, y después se lo dio servido a la patrulla policial.