El hecho ocurrió en la pizzería La Americana de la ciudad de Buenos Aires, a metros del Congreso donde la policía reprimía a los manifestantes.

Dos mujeres policías quisieron entrar al baño cuando se encontraron con los clientes que no las dejaron pasar, mientras en el televisor se veían las brutales imágenes de represión contra jubilados, periodistas, diputados y manifestantes en general.

Si bien la actitud de la gente es por lo menos objetable lo cierto es que la violencia perpetrada por la policía no podía engendrar otra cosa que más violencia y la reacción del pueblo resulta hasta entendible.