Prisioneras de una cárcel peruana crean prendas tejidas codiciadas por el mundo de la moda
Siempre se señala que la estadía en una prisión no solo es para cumplir una condena sino también para reflexionar y encontrar un nuevo sentido a la vida del acusado. Unas mujeres de una cárcel de Cusco, en Perú, llevaron la idea a una real y nueva salida laboral.
El arte del tejido forma parte de la historia ancestral del Perú y ahora también es una nueva forma para pensar y proyectar una nueva vida para muchas mujeres que se encuentran en prisión.
"En Perú el número de mujeres en prisión se ha duplicado en los últimos quince años, la mayoría de ellas sentenciadas de ocho a quince años en prisión por traficar drogas como mulas", escribe la periodista Jessica Romero en Vice.
Fue a partir de la visita en 2016 de Verónica D'Souza, fundadora de la marca internacional Cárcel- proyecto que se inició en una prisión de mujeres en Kenia y que actualmente financia también becas educativas- cuando decidió que las mujeres prisioneras interesadas puedan participar.
D'Souza fue la que vio el potencial de muchos presas que generalmente fabricaban productos hermosos que no tenían acceso al mercado y sin ganancias, entonces ideó toda una red de apoyo y contención para generar nuevas economías.
"Cárcel busca provocar un impacto positivo en el mundo a través de salarios justos, usando solamente los mejores materiales y elaborando diseños de calidad para los consumidores", es el lema de esta compañía danesa que tiene distintas sucursales en cárceles del mundo.
Y destacan" El costo de cada prendas oscila entre los $150 y $1990 dólares, y cada mujer recibe aproximadamente $15 dólares por cada prenda. Por día, cada presa elabora 2.3 prendas, ganando aproximadamente tres veces el salario mínimo en Perú". Parte de las ganancias son destinadas a invertir en maquinaria, materia prima de primera calidad, mejora de los espacios laborales, instruccción y a seguir ampliando la red.
Fuente: Vice