Todos contra uno, pareció ser la consigna después de que un hombre se irritara por los comentarios de un encargado que observaba como discutían los que viajaban en una camioneta y un colectivero que aducían que los había encerrado.

Algo dijo el encargado que despertó la ira de uno de los hombres que increpaban al colectivero, que se abalanzó contra él y comenzó a lanzar golpes.

Lejos de amedrentarse, el encargado devolvió las trompadas y se defendió del ataque hasta que la inferioridad numérica lo llevó al piso.

Lo llamativo del caso es que ocurrió en una de las esquinas más emblemáticas de uno de los barrios más caros de la Ciudad, como es el cruce entre las calles, Ayacucho y Marcelo T. de Alvear, en Recoleta.