La Perla: seminaristas torturados denunciaron complicidad de la Iglesia
En el juicio por el centro clandestino La Perla, declararon dos seminaristas de La Salette, quienes fueron torturados y secuestrados en la última dictadura. Además, denunciaron complicidad de altos cargos de la Iglesia.
Dos ex seminaristas de la orden de La Salette, declararon el miércoles como testigos en el marco del juicio de la megacausa La Perla por delitos de lesa humanidad. Se desarrolla en los tribunales de Córdoba.
El juicio acumula más de una veintena de expedientes, en todos los casos por delitos cometidos entre 1975 y 1976 mediante el Plan Sistemático de Exterminio implementado por el terrorismo de Estado. el ex titular del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, es el principal imputado.
Daniel Andrés García Carranza y Alejandro Ramón Dausá eran seminaristas de la orden religiosa francesa y fueron secuestrados el 3 de agosto de 1976 junto a otros cuatro seminaristas, entre ellos el párroco norteamericano Santiago Weeks.
Carranza y Dausá, al declarar como testigos ante el Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) en la 122º audiencia del proceso de enjuiciamiento, relataron que fueron torturados en el Departamento de Informaciones Policiales (D2) y en el ex centro clandestino de La Perla, hasta que dos meses después fueron liberados al legalizar sus detenciones y permanecer alojados en la Unidad Penitenciaria San Martín (UP1), informó el portal Infojus.
García Carranza, en su testimonio, recordó que cuando fue secuestrado en su casa por una "patota que pensé que se trataba de delincuentes comunes, jugaron a la ruleta rusa con nosotros. Nos golpearon, patearon, destruyeron todo lo que había en la casa y se robaron todo lo que se pudieron robar".
Dijo además que estaba "totalmente convencido" de que "una parte de la jerarquía de la Iglesia Católica fue cómplice" con el régimen militar. Los capellanes fueron cómplices, les pagó el Estado terrorista, caso contrario el golpe de estado no hubiera ocurrido", consideró.
En ese contexto también dijo que el fallecido cardenal Francisco Primatesta tenía "fuertes vínculos" con los militares y que "nunca hizo nada" por los secuestrados, torturados y asesinados.
Por su parte, Dausá analizó que en el caso de Argentina, la jerarquía de la Iglesia Católica se dio la gran paradoja que "no solo no nos protegieron, sino que aportaron argumentos filosóficos y teológicos para avalar la tortura y el genocidio", que se resume en un "baño de sangre purificador" para garantizar esa ideología.
Hizo también una reseña de las situaciones que tuvieron que padecer por la persecución a los sacerdotes tercermundistas, como el caso del asesinato del obispo Enrique Angelelli.
Hasta el momento ya declararon 226, por el Caso Perla, donde el ex titular del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, es el principal imputado. Los hechos que se juzgan son privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos agravados, aplicación de tormentos seguido de muerte, homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, sustracción de menor de 10 años, abuso deshonesto y violación.