La familia Stefanini disparó contra Mauro Viale por su cobertura del caso
Los allegados del empresario repudiaron el tratamiento del periodista, y del canal América en general, y Duro de Domar armó un completo informe donde expone cómo fue la cobertura.
Mientras aún no se sabe nada del paradero del empresario Damián Stefanini, desaparecido hace 26 días, los familiares dispararon contra Mauro Viale y el canal América por la cobertura del caso, y se quejaron de “las barbaridades” difundidas sin argumentos ni pruebas contundentes.
La esposa del empresario le pegó directamente a Mauro y su programa, por “cosas que se han dicho y que no son verdad”, y Duro de Domar armó un informe donde se observa cómo fue el tratamiento de la noticia por parte del periodista y su equipo de trabajo.
Por ejemplo, en comunicación telefónica con su programa, Daniel Cigliutti citó a uno de los abogados, quien dijo, en relación a Stefanini, que “si el hombre está en la Argentina, está muerto”, frente a lo cual Viale se enojó en un intento por demostrar responsabilidad y ética periodística.
Sin embargo, el mismo Mauro lanzó al aire, hipótesis sin ningún tipo de certeza sobre el paradero del empresario, relacionadas con una supuesta hipoteca que habría cobrado. También se preguntó: “¿Quién garantiza que el hombre llegó a donde llegó y no lo mataron?”.
Los familiares, además de repudiar el tratamiento de Viale y su equipo de trabajo, también negaron las acusaciones que se dijeron en el programa, donde involucraron a Stefanini con acciones de lavado de dinero y maniobras con dólar ilegal.
Por su parte, Mauro respondió y le pegó a los allegados de Damián porque “no les gustan los programas donde se habla de la plata”, mientras un abogado penalista, entrevistado por él, afirmó que en el caso hay involucrado dinero “de origen no legal”.
Como muestra el informe de Duro de Domar, este tipo de coberturas de casos policiales por parte de Viale no son nuevas. Por ejemplo, en el caso de Ángeles Rawson, hicieron una reconstrucción sobre cómo meter a una persona en una bolsa de consorcio y dentro de un conteiner. Increíble, pero real.