Después de la reunión con Tomada hay un cuarto intermedio hasta este viernes
"Hay una voluntad de abrir un canal de diálogo, que es lo que estábamos buscando nosotros", afirmó uno de los delegados al salir de la reunión, y agregó que a continuación realizarán una asamblea entre los choferes.
El ministro de Trabajo citó a los delegados de los choferes de la línea 60 para intentar mediar en el conflicto que mantiene al servicio paralizado. La cartera laboral consiguió reabrir un canal de diálogo entre los trabajadores y la empresa.
Los choferes de la línea 60, que llevan un conflicto laboral por despidos desde hace más de 30 días, no pudieron sacar los colectivos a prestar servicio pese a que una orden judicial lo permitía. Todo sucede luego de que surjan discrepancias en torno a la intención de los conductores de no cobrar boletos, por lo que decidieron protestar este jueves en la autopista Panamericana.
Por su parte, la jueza María Servini de Cubría, levantó la restricción que existía para sacar los colectivos desde las terminales a prestar servicio pero dispuso que para ello se le ajustara el mecanismo de la tarjeta SUBE, con lo que los choferes interpretaron que debían cobrar boleto, algo que no estaban dispuestos a realizar ya que pretendían mantener esa medida de fuerza.
Luego de esa medida, los choferes decidieron volver a marchar este jueves a la autopista Panamericana para protestar cortando el tránsito, tal como lo hicieron el día anterior, cuando fueron desalojados por Gendarmería tras los incidentes en los que se registraron heridos y detenidos.
Una gestión del ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, se acercó a las partes y logró un cuarto intermedio para este miércoles, pero no se volvió a repetir la reunión tras la decisión de la jueza Servini de Cubría.
La línea 60, que une Constitución con Tigre y también con Escobar, transporta a 250.000 pasajeros todos los días pero desde el 23 de junio los colectivos dejaron de salir a la calle por un conflicto en el que los choferes reclaman la reincorporación de 53 despedidos, el cese del acoso laboral a los delegados y mejores condiciones de trabajo.
Los trabajadores denunciaron un "lock out" patronal al impedirles sacar los colectivos a la calle sin cobrar boleto, mientras que la empresa aseguró que los choferes habían "usurpado las terminales" y que los colectivos que salían a la calle "no reunían las mínimas condiciones de seguridad".
En el medio hubo una medida de conciliación obligatoria que no fue acatada por las partes al no retrotraerse el conflicto a su inicio y medidas judiciales que impidieron a los trabajadores sacar los colectivos.