El ex ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Raúl Eugenio Zaffaroni, manifestó que en el Poder Judicial pareciera "que están usando algún gas psicotizante que afecta a algún sector minoritario de la justicia. No hay una "judicialización de la política", porque eso es otra cosa: la hay cuando la política quiere usar a la justicia y de eso sabemos desde hace mucho. Aquí hay una "partidización de la justicia", es la justicia la que se mete en la política, y eso es nuevo y efecto del gas psicotizante."
En una entrevista que el jurista reconocido y premiado internacionalmente le brindó a Tiempo Argentino, explicó que la consecuencia de la partidización de la justicia "va a ser un desastre para toda la justicia. Si como resultado de una actitud psicótica minoritaria, el público llega a la conclusión de que en toda la justicia (porque no se distingue y el baldón cae sobre todos) no es más que un juego de poder, lamentablemente el descrédito va a ser mayúsculo y muy difícil de superar".
Y agregó que "en toda profesión hay inmorales, y no faltarán quienes empiecen a girar el nombre de jueces decentes para sacarles dinero a sus clientes y otras cosas sucias parecidas. Esto son los lamentables efectos del descrédito. No importa que los psicóticos sean pocos, porque el estiércol cae también sobre la gran mayoría de jueces y funcionarios decentes, correctos y trabajadores. De modo que, por favor, calma y vuelta a lo suyo. Los réferis y 'linemen' no pueden meterse en el campo de juego a patear la pelota y menos a hacer zancadillas, porque se termina el juego y empieza una batahola en la que todos salen heridos".
Consultado por la insólita denuncia del fiscal Nisman contra la Presidenta, el magistrado aseguró que no conoce el escrito de "más que por lo que dicen los diarios", y que a juzcgar por eso "parece que hay un exceso de 'procesalismo' en desmedro del derecho de fondo. Dejando de lado la cuestión 'probatoria' e, incluso, 'ad demostrationem' (como suele decirse en el dialecto local de tribunales), si diésemos por cierto lo que dice Nisman, me parece que nada de lo que pretende dar por probado entra en el campo de la tentativa, sino que queda en el de los puros actos preparatorios, que, como todo abogado debe saber, son impunes, porque no se ha llegado al principio de ejecución".
"Si se considerase que lo acordado con Irán es un principio de ejecución, lo que es bastante forzado por cierto, cuyo objetivo era la impunidad internacional de los sospechosos, la comunicación del Ministro de Relaciones Exteriores a Interpol sería un desistimiento que, como todo abogado debe saber, deja impune el acto de tentativa", explicó Zaffaroni.
Y remarcó: "No veo el sentido de dedicarse a analizar la prueba de algo que desde el vamos es atípico, es decir, que no cae bajo la prohibición penal incluso en el supuesto en que sea probado, lo que, por cierto, hasta el momento y por lo que trasciende, parece ser un juego imaginativo bastante fantasioso".
"No me explico qué tiene que hacer un fiscal con la SIDE y con ninguna embajada extranjera, fuera de ir a algún cocktail si lo invitan. En síntesis: por favor, basta de escándalos y pensemos un poco más en términos de derecho", concluyó.

El ex ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Raúl Eugenio Zaffaroni, manifestó que en el Poder Judicial pareciera "que están usando algún gas psicotizante que afecta a algún sector minoritario de la justicia. No hay una "judicialización de la política", porque eso es otra cosa: la hay cuando la política quiere usar a la justicia y de eso sabemos desde hace mucho. Aquí hay una "partidización de la justicia", es la justicia la que se mete en la política, y eso es nuevo y efecto del gas psicotizante".

En una entrevista que el jurista reconocido y premiado internacionalmente le brindó a Tiempo Argentino, explicó que la consecuencia de la partidización de la justicia "va a ser un desastre para toda la justicia. Si como resultado de una actitud psicótica minoritaria, el público llega a la conclusión de que en toda la justicia (porque no se distingue y el baldón cae sobre todos) no es más que un juego de poder, lamentablemente el descrédito va a ser mayúsculo y muy difícil de superar".

Y agregó que "en toda profesión hay inmorales, y no faltarán quienes empiecen a girar el nombre de jueces decentes para sacarles dinero a sus clientes y otras cosas sucias parecidas. Esto son los lamentables efectos del descrédito. No importa que los psicóticos sean pocos, porque el estiércol cae también sobre la gran mayoría de jueces y funcionarios decentes, correctos y trabajadores. De modo que, por favor, calma y vuelta a lo suyo. Los réferis y 'linemen' no pueden meterse en el campo de juego a patear la pelota y menos a hacer zancadillas, porque se termina el juego y empieza una batahola en la que todos salen heridos".

Consultado por la insólita denuncia del fiscal Nisman contra la Presidenta, el magistrado aseguró que no conoce el escrito de "más que por lo que dicen los diarios", y que a juzcgar por eso "parece que hay un exceso de 'procesalismo' en desmedro del derecho de fondo.

Dejando de lado la cuestión 'probatoria' e, incluso, 'ad demostrationem' (como suele decirse en el dialecto local de tribunales), si diésemos por cierto lo que dice Nisman, me parece que nada de lo que pretende dar por probado entra en el campo de la tentativa, sino que queda en el de los puros actos preparatorios, que, como todo abogado debe saber, son impunes, porque no se ha llegado al principio de ejecución".

"Si se considerase que lo acordado con Irán es un principio de ejecución, lo que es bastante forzado por cierto, cuyo objetivo era la impunidad internacional de los sospechosos, la comunicación del Ministro de Relaciones Exteriores a Interpol sería un desistimiento que, como todo abogado debe saber, deja impune el acto de tentativa", explicó Zaffaroni.

Y remarcó: "No veo el sentido de dedicarse a analizar la prueba de algo que desde el vamos es atípico, es decir, que no cae bajo la prohibición penal incluso en el supuesto en que sea probado, lo que, por cierto, hasta el momento y por lo que trasciende, parece ser un juego imaginativo bastante fantasioso".

"No me explico qué tiene que hacer un fiscal con la SIDE y con ninguna embajada extranjera, fuera de ir a algún cocktail si lo invitan. En síntesis: por favor, basta de escándalos y pensemos un poco más en términos de derecho", concluyó.