VOCES DEL SISTEMA DENUNCIAN EL SISTEMA
Por: Eduardo Di Cola*
“-Estuvo 30 años en el Banco Mundial, hoy una institución a los ojos de muchos en decadencia.
Fue diseñado para financiar proyectos de desarrollo a largo plazo e hicimos cosas fantásticas. Pero al final vi escenas dolorosas.
-¿Cómo Cual?
Ante la crisis bancaria asiática Occidente reaccionó con prepotencia: “son unos corruptos”. Diez años después  cuando ocurrió lo mismo aquí (Europa) lo llamaron fallo sistémico.
-La reserva federal no estaba supervisando los bancos.
Las puertas giratorias iban a toda velocidad: el jefe  del tesoro venía del Goldman Sachs, el primer paquete de 700.000 millones del gobierno federal se lo habían repartido previamente … Fue el mismo capitalismo de amiguetes. Una desvergüenza. Banqueros que en cada transacción se han metido en su bolsillo durante años una cantidad indecorosa de dinero.”
La transcripción forma parte de un reportaje más extenso realizado por el diario La Vanguardia de Barcelona en su edición del día 22 de agosto pasado a Ismael Serageldin, ingeniero, doctorado en Harvard. Durante 30 años fue funcionario del Banco Mundial donde llegó a ser su vicepresidente. Le fueron otorgados más de 30 doctorados en todo el mundo. Profesor en Europa. Publicó más de 60 libros. Fundador y director de la nueva biblioteca de Alejandría
En la nota relata hechos respecto de los cuales tenemos conocimiento o cuanto menos la firme sospecha de su existencia. Lo novedoso es que como anticuerpos cada vez son más los dirigentes de la propia estructura los que lo ponen de manifiesto.
Son las voces de la racionalidad y del sentido común los que están denunciando las aberraciones del mismo sistema.
En el seno de cualquier país la pública denuncia de que fondos son desviados hacia el bolsillo de indecorosos banqueros, movilizaría a la justicia y a la política no comprometida con esos sectores,  promoviendo en el marco de las leyes penales las investigaciones correspondientes.
Lamentablemente a nivel internacional no hay quien se ocupe salvo que se toque el interés de los que se benefician con esas maniobras. En tanto los mayores costos por la desvergüenza lo pagan los países necesitados que reciben esos fondos “promocionales”.
La lógica buitre de la especulación financiera neoliberal, la codicia, el afán por el lucro desmesurado y fácil en desmedro de la inversión de riesgo generadora de bienes, servicios y fuentes de trabajo son la causa de la crisis por la que está atravesando el mundo.  En tanto como lo señala el propio entrevistado en otra parte de la nota: “hoy los líderes se sientan con el FMI y lo único que se les ocurre es la oclusión de la austeridad en lugar de presentar una nueva visión de dónde tiene que estar Europa que ilusione a los jóvenes”.
Es la misma lógica de razonamiento que tienen los líderes opositores de nuestro país, quienes por su mezquindad o directamente por la defensa de causas ajenas  permiten que sus críticas sean repetidas como fundamento de los que litigan en contra de los intereses nacionales.

“-Estuvo 30 años en el Banco Mundial, hoy una institución a los ojos de muchos en decadencia.

Fue diseñado para financiar proyectos de desarrollo a largo plazo e hicimos cosas fantásticas. Pero al final vi escenas dolorosas.

-¿Cómo Cual?

Ante la crisis bancaria asiática Occidente reaccionó con prepotencia: “son unos corruptos”. Diez años después  cuando ocurrió lo mismo aquí (Europa) lo llamaron fallo sistémico.

-La reserva federal no estaba supervisando los bancos.

Las puertas giratorias iban a toda velocidad: el jefe  del tesoro venía del Goldman Sachs, el primer paquete de 700.000 millones del gobierno federal se lo habían repartido previamente … Fue el mismo capitalismo de amiguetes. Una desvergüenza. Banqueros que en cada transacción se han metido en su bolsillo durante años una cantidad indecorosa de dinero".

La transcripción forma parte de un reportaje más extenso realizado por el diario La Vanguardia de Barcelona en su edición del día 22 de agosto pasado a Ismael Serageldin, ingeniero, doctorado en Harvard. Durante 30 años fue funcionario del Banco Mundial donde llegó a ser su vicepresidente. Le fueron otorgados más de 30 doctorados en todo el mundo. Profesor en Europa. Publicó más de 60 libros. Fundador y director de la nueva biblioteca de Alejandría.

En la nota relata hechos respecto de los cuales tenemos conocimiento o cuanto menos la firme sospecha de su existencia. Lo novedoso es que como anticuerpos cada vez son más los dirigentes de la propia estructura los que lo ponen de manifiesto.

Son las voces de la racionalidad y del sentido común los que están denunciando las aberraciones del mismo sistema.

En el seno de cualquier país la pública denuncia de que fondos son desviados hacia el bolsillo de indecorosos banqueros, movilizaría a la justicia y a la política no comprometida con esos sectores,  promoviendo en el marco de las leyes penales las investigaciones correspondientes.

Lamentablemente a nivel internacional no hay quien se ocupe salvo que se toque el interés de los que se benefician con esas maniobras. En tanto los mayores costos por la desvergüenza lo pagan los países necesitados que reciben esos fondos “promocionales”.

La lógica buitre de la especulación financiera neoliberal, la codicia, el afán por el lucro desmesurado y fácil en desmedro de la inversión de riesgo generadora de bienes, servicios y fuentes de trabajo son la causa de la crisis por la que está atravesando el mundo.  En tanto como lo señala el propio entrevistado en otra parte de la nota: “hoy los líderes se sientan con el FMI y lo único que se les ocurre es la oclusión de la austeridad en lugar de presentar una nueva visión de dónde tiene que estar Europa que ilusione a los jóvenes”.

Es la misma lógica de razonamiento que tienen los líderes opositores de nuestro país, quienes por su mezquindad o directamente por la defensa de causas ajenas  permiten que sus críticas sean repetidas como fundamento de los que litigan en contra de los intereses nacionales.