A Federico Sturzenegger el presidente Javier Milei le dio una función que calza perfecto con su historia: desregular la economía argentina.

Dentro de la enorme cantidad de rubros que puede atacar ahora eligió el tránsito para plantear un nuevo escenario, como hiciera con el transporte de pasajeros.

Ahora le llegó el turno a las licencias de conducir para cuales diseñó un sistema -que no quedó muy claro- que evita la presencialidad del trámite, aunque sigue exigiendo la verificación de las aptitudes psicofísicas para conducir.