La situación la generó -con buen tino- Estela de Carlotto, al invitar a Cristina Kirchner al acto de las Abuelas de Plaza de Mayo donde infaltablemente se presenta Axel Kicillof.

El saludo entre ambos fue frío y la propia Estela lo reconoció posteriormente aunque se muestre confiada en que finalmente la sangre no llegará al río.

Pitu Salvatierra analizó los gestos de una y otro, para señalar que fue un primer paso de distensión pero aun falta mucho camino por recorrer.