La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, opinó sobre el escándalo de los diplomáticos rusos y su intención de imponer la Convención de Viena para no cumplir con las leyes del país donde viven.

Para Bullrich los policías actuaron correctamente y con respeto ya que no entró a los vehículos diplomáticos en cuestión.

Más allá de la opinión sesgada de personajes como Eduardo Feinmann o la diputada Marcela Pagano y su ridícula denuncia, ahora la palabra de la ministra puede ser considerada como una postura oficial del Gobierno.