Javier Milei insultó gravemente al Papa y después fue a disculparse, acusó a Bullrich de poner bombas en jardines de infantes y después la hizo ministra. Negó enfáticamente que fuera a negociar con comunistas e hizo un acuerdo por venta de gas a Brasil y hasta se arrodilló frente Ji Xinping por lo que su opinión sobre Villarruel podría cambiar en cuanto le caiga la ficha de que ella sabe demasiado.

Tal vez es por eso que Pablo Ladaga pide cautela a la hora de opinar del enfrentamiento y además hizo un pedido importante: “que la oposición no se enamore de Villarruel” ya que a pesar de estar enfrentada con Milei no deja de ser una representante de la mas rancia ultraderecha, negacionista y no le va a temblar el pulso si tiene la posibilidad de indultar a los genocidas de la última dictadura militar, de quien ella es muy cercana.