En el fondo, Luis Novaresio tiene un punto. Y no es que el presidente Javier Milei no pueda hacer lo que quiera con sus redes sociales sino que cada vez que likea algo o lo retuitea termina con acuerdos políticos o dinamita posibles puentes de consenso.

No estaría mal que el mandatario tuviera un community manager que controle lo que sale de esa cuenta. Pero también es cierto que la experiencia de Iñaki “La Pepona” Gutiérrez no es un buen antecedente.

Antonio Laje, fiel a su estilo de estar un paso más adelante, directamente consideró que “si vos estás en la función pública, no tenés que tener redes sociales”.