Justo antes de la conferencia de Manuel Adorni, el presidente Javier Milei bajó a la sala de prensa a hablar con los periodistas. Este hecho no solo le saca todo sentido al trabajo de Adorni sino que no habría servido para lo que Milei quería.

Y es que si el presidente quiere limpiar su imagen, luego de que su protegida Sandra Pettovello quedara implicada en el primer hecho de corrupción de su gobierno, maltratar a un trabajador de prensa no sería la mejor idea.

Milei entró con su tradicional tono altanero y cuando saludó a Fabián Waldman, de El Destape, quien suele tener cruces con su vocero, le estrechó la mano mientras le decía “¿Cómo anda, señor domado?” lo que quiso tener un todo de broma y terminó siendo una falta de respeto.

Pero además, cuando le hicieron un par de preguntas el presidente no supo qué contestar y, como siempre, le echó la culpa al gobierno anterior, desconociendo los empleados ñoquis que nombró su gobierno y que fue su propia amiga la que denunció ante la Justicia a uno de sus propios secretarios.

X de Arrepentidos de Milei