Mauricio Macri continúa en plena campaña presidencial de cara al 2015, y mantiene firme sus promesas, entre las que se encuentran la quita de las retenciones a la actividad agropecuaria y la modificación al impuesto a las Ganancias.

El jefe de Gobierno porteño ha reiterado estas intenciones en varias oportunidades, aunque aún, desde el entorno del PRO, no han explicado cómo las llevarán a cabo.

Este fin de semana, Macri visitó las localidades bonaerenses de Chivilcoy, 25 de Mayo, Saladillo y Olavarría, donde reiteró su oferta, y aseguró: "La provincia de Buenos Aires va a explotar productivamente cuando eliminemos las retenciones al agro".

También, el líder del PRO habló de modificar el impuesto a las ganancias en caso de ganar las elecciones presidenciales, y afirmó: "En mi gobierno se va a acabar la inflación y no va a haber más impuesto a las ganancias para los trabajadores”.

“Ese impuesto lo va a tener que pagar la gente que más plata gana”, explicó el jefe porteño, y continuó: “No puede ser que se haya transformado en un impuesto que paga cualquier empleado, producto de la inflación".

Sin embargo, a pesar de todas estas promesas, según un informe elaborado por el auditor de la Ciudad de Buenos Aires, Eduardo Epszteyn, a partir de datos oficiales, la gestión macrista en suelo porteño aumentó el impuesto de ABL (Alumbrado, Barrido y Limpieza) entre 300 y 1000 por ciento, según la zona.

Además, la recaudación por ingresos brutos aumentó un 505 por ciento entre 2007 y 2013 y un 149 por ciento entre 2013 y 2014.

Asimismo en el informe, se puede leer que la recaudación por el cobro de ABL aumentó un 617 por ciento entre 2007 y 2013 y en lo que va de 2013 a julio de este año se sumó un 134 por ciento.

Mientras el proyecto de Macri resulta difícil de explicar incluso por parte del mismo Ingeniero, sus promesas para el 2015 parecen contradecirse con la gestión en la Ciudad de Buenos Aires.