Se sabe y, si no, acá otra prueba: el jefe de Gobierno porteño no es sutil a la hora de las metáforas. Por el contrario, se supone que quiere decir algo y, cuando las usa, termina diciendo todo lo contrario.

Por ejemplo, cuando este lunes habló del triunfo electoral que obtuvo su frente con la Unión Cívica Radical en la localidad cordobesa de Marcos Juárez.

Entusiasmado con esa victoria local cuyo principal damnificado es el gobernador José Manuel de la Sota, habló de "la necesidad de un cambio en la Argentina" y, en ese sentido, en "un tsunami del cambio" de él protagonizaría.

Se viene 'su' tsunami, prometió Macri: es decir, destrucción, muerte...