El presidente Javier Milei se fue cuatro días a Italia a participar del G7 y no generó una sola noticia. No tuvo ninguna reunión relevante, no consiguió ninguna inversión ni se anunció alianza alguna lo que en realidad tal vez es una buena noticia para el país.

Y es que a juzgar por las últimas giras del mandatario si genera algo es algo negativo para el país como cuando sus declaraciones contra Pedro Sánchez rompieron los lazos diplomáticos con España.

Esta vez Milei no generó nada más allá del cálido recibimiento de Giorgia Meloni que despertó las fantasías libertarias y un frío saludo con el Papa Francisco.