Cuando Luis Majul levantó la vista para ver quién lo acompañaba en la diatriba contra la madre de Fabricia, la nena de diez años que recibió gas pimienta en la cara, se encontró solo.

Más aun, Pablo Rossi dio por terminado el tema, poniendo el foco en la burda operación de prensa que intentó el ministerio de Patricia Bullrich que dejó expuestos a un irritado Eduardo Feinmann -que incluso pidió la renuncia de la ministra al aire-, y a un cansado Jonatan Viale, que tuvo que reconocer lo indefendible.

Majul no se amilanó y quiso pegarle a la madre por llevar a su hija a la marcha pero Rossi, alertado de la cantidad de fotos de dirigentes de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza que fueron con los suyos a distintas protestas, lo cortó de cuajo.