Nisman denunció a Macri por fraguar un allanamiento contra uno de los sospechosos del atentado a la AMIA. El apuntado fue el primer jefe de la Policía Metropolitana, Jorge 'Fino' Palacios, procesado junto con Macri por montar escuchas ilegales a familiares de víctimas de la AMIA.

Esta mañana, tras la muerte del fiscal de la causa AMIA, Mauricio Macri sorprendió al ofrecer una conferencia de prensa en la que se manifestó enérgico. "Fue un momento en el que pasé del aturdimiento al shock, después a la indignación, después a la bronca y después a la impotencia", dijo Macri.

El jefe de Gobierno se solidarizó con la familia del fiscal y pidió "que la Justicia actúe en forma independiente y rápida". "Hoy es importante que la Justicia actúe en forma independiente, rápida y contundente para decirnos que pasó con la muerte del fiscal que investigaba hace muchos años un hecho terrorista dramático que hoy sigue impune", exclamó.

"¿Cómo puede ser que la violencia esté ganando de vuelta la vida pública argentina?", se lamentó el líder del PRO. Y aprovechó la oportunidad para solicitar "que continúe adelante la denuncia (contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner), que se investigue, que se sepa qué va a pasar con el equipo del fiscal, con las pruebas".

Para Macri, la muerte de Nisman "tiene que ser un momento bisagra", a partir del cual se consiga "desterrar las prácticas de la mala política, como utilizar los servicios de inteligencia en forma facciosa". El funcionario, procesado en la causa por escuchas ilegales, aprovechó para victimizarse: "Yo sufrí ese sistema en la causa de las escuchas".

Macri dijo que "si esta muerte termina en más impunidad es un desastre para el futuro institucional de nuestro país". Y concluyó con una promesa de campaña: "Vamos a poder con esta violencia, vamos a terminar con esta violencia".