La ultra derecha no tiene problemas en decir que hay vidas que valen más que otras. Lo que en otros tiempos era algo que se podía pensar pero había que ocultar, ahora es eslogan de campaña.

El joven libertario Hernán Stuchi contó muy indignado que sufrió un accidente de moto y fue hacerse atender en el hospital público. Pero que demoraron mucho en verlo porque, según su propio relato, debieron atender antes a un herido de bala.

Ante la pregunta de María O'Donnell sobre si consideraba que su lesión (menor y que de hecho se curó sola), era más importante que atender a un herido de bala dijo: “Por supuesto, yo soy un trabajador honesto y él es un chorro de mierda”.