‘White people problems’ es la denominación con la que le bajan el precio en Estados Unidos a las quejas de las personas adineradas.

Un ejemplo de esto lo vimos en nuestro país con la catarsis de Débora Plager, María Laura Santillán y una exaltada Marina Calabró -que llegó a citar a su hermana Ileana como una referencia- por la medida del Gobierno que favorece a las prepagas y complica a los usuarios.

La medida impide que los clientes que hagan una consulta con un médico privado -fuera de la cartilla- puedan realizar los estudios que estos le indican.

Ajenas al dolor de los demás cuando se trata de aumentos en el boleto del tren o el crecimiento de los precios en la canasta básica, acá se sintieron damnificadas y pusieron el grito en el cielo.